Por revistaeyn.com
Durante años, Laura Brown y Kristina O’Neill parecían tenerlo todo: cargos soñados en la cima del mundo editorial. Brown dirigía InStyle y O’Neill era la editora en jefe de WSJ. Magazine. Sin embargo, ambas se encontraron de pronto fuera del juego: despedidas, sin eufemismos ni rodeos.
“Prefiero llamarlo lo que es: me despidieron”, dijo Brown, recordando el día de 2022 en que fue removida de su puesto vía Zoom. O’Neill pasó por una experiencia similar al año siguiente. Esa coincidencia marcó el inicio de una nueva etapa para las dos amigas, que se conocieron en 2001 en un desfile de Marc Jacobs y hoy son coautoras de All the Cool Girls Get Fired (“Todas las chicas geniales son despedidas”), un libro que mezcla consejos prácticos y relatos personales sobre cómo reconstruirse después de perder el empleo.
El texto, que incluye aportes de figuras como Jamie Lee Curtis y Oprah Winfrey, aborda desde temas financieros —como la indemnización y el seguro médico— hasta la salud mental y la resiliencia profesional. “Queríamos escribir el libro que nos hubiera gustado tener cuando nos despidieron”, explican.
Para Brown, el primer paso tras un despido es “descansar, pero no aislarse”. “Si pasas demasiado tiempo solo, los pensamientos negativos se amplifican. Sal a tomar un café, responde un correo, da señales de vida”, recomienda. “Salir al mundo te recuerda que hay mucho más allá de tu cuenta bancaria en declive”.
O’Neill, por su parte, advierte sobre el estigma. “Lo llamo la ‘F escarlata’. Crees que todos te juzgan por haber sido despedido, pero es solo una voz en tu cabeza. Hablarlo ayuda, tener tu grupo de ‘despedidos’ ayuda”, dice entre risas.
En cuanto al networking, Brown aconseja eliminar la vergüenza. “Conocer gente y pedir ayuda no es oportunismo, es parte de la vida profesional. Si has sido buena persona y has trabajado con ética, la gente aparecerá para apoyarte.”
Ambas subrayan también la importancia de separar la identidad personal del empleo. “Cuando tu cargo desaparece, parece que desapareces tú también. Pero no es así. Tu valor y tus logros siguen siendo tuyos”, afirma Brown.
El proceso, reconocen, no es sencillo, pero sí transformador. “Treinta personas te dirán que fue lo mejor que te pudo pasar, y querrás golpearlas”, bromea Brown. “Pero, al final, muchas veces tienen razón.”
Su meta con el libro, concluyen, es cambiar la narrativa del despido: “Queremos que las mujeres dejen la vergüenza y digan con orgullo: sí, me despidieron, y sigo adelante”.
Con información de CNBC