Por revistaeyn.com
Trabajar con un superior que revisa cada detalle, exige constantes aprobaciones y parece no confiar en las capacidades del equipo puede resultar extenuante. Sin embargo, no todo está perdido.
Melody Wilding, profesora de comportamiento humano, coach ejecutiva y autora del libro “Managing Up: How to Get What You Need From the People in Charge”, ha dedicado más de 15 años a orientar a líderes de empresas como Google, Amazon y otras corporaciones de alto nivel. Desde su experiencia, asegura que es posible manejar con inteligencia a un jefe controlador y transformar esa relación en algo más productivo.
Wilding propone cinco acciones prácticas para lograrlo:
1. Presente versiones preliminares En lugar de invertir demasiado tiempo en crear el proyecto “perfecto”, prepara un borrador inicial y compártalo con frases como: “Este es un primer esquema con las ideas principales para que podamos mejorarlo juntos”. De esta forma, tu jefe sentirá que puede aportar y tú evitarás el desgaste de rehacerlo todo más adelante.
Más noticias en nuestro canal de Whatsapp
2. Refuerce su posición de autoridad Reconocer su rol ayuda a reducir tensiones. Puede decir: “Por supuesto, la decisión final es suya” o “Le comparto mi opinión para que pueda decidir lo mejor”. También es útil plantear sus sugerencias en forma de preguntas: “¿Qué tal si...?” o “¿Y si probamos...?”. Este tipo de comunicación les da una sensación de control, lo que, según la psicología, mejora la cooperación.
3. Informe más de lo necesario Enviar actualizaciones frecuentes, como un resumen semanal o avisos rápidos sobre retrasos, puede parecer tedioso, pero le ahorrará explicaciones futuras. Un simple mensaje del tipo: “Para mantenerle al tanto, aquí un resumen de los avances de esta semana” puede marcar la diferencia.
4. Anticípese a las críticas Antes de recibir observaciones, consulte su opinión: “Estoy considerando abordar esta tarea de esta manera, ¿qué piensa?”. Y si llega una corrección, responda con la técnica del “sí, y...”: reconozca su comentario y añada su punto de vista. Por ejemplo: “Sí, entiendo la importancia de ser más conciso, y creo que un poco de contexto adicional puede ayudar a quienes no conocen el proyecto”.
5. Pida reconocimiento, no solo retroalimentación No tema solicitar comentarios positivos. Puede decir: “Aprecio saber en qué puedo mejorar, pero también me gustaría saber qué estoy haciendo bien para seguir reforzándolo”.
Según Wilding, aplicar estas tácticas no solo ayuda a sobrevivir bajo un liderazgo complicado, sino también a ganar respeto y autonomía dentro del entorno laboral.
Con información de CNBC