Empresas & Management

Guerra comercial de Trump y su impacto en las empresas: un nuevo tablero global

La guerra comercial iniciada por Trump ha acelerado un reordenamiento global sin precedentes. Entre aranceles, represalias y realineamientos estratégicos, las empresas deben prepararse para un mundo tripolar donde las reglas cambian sobre la marcha.

2025-02-04

Por: Norma Lezcano - revistaeyn.com

La guerra comercial lanzada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, significa una bisagra -aún de impacto incierto- en la globalización económica que se inició en los´90.

Los think tank de todo el mundo están evaluando por estas horas si las decisiones de la Casa Blanca generarán cambios radicales en el comercio mundial o son parte de un juego de ajedrez, con posibilidades de reversión.

De hecho, Trump ordenó imponer aranceles del 25 % a Canadá y México y del 10 % a China; pero, en los casos mexicano y canadiense suspendió la aplicación de la medida por un mes, a cambio de un virtual compromiso de esos países de actuar más decididamente en la lucha contra el narcotráfico.

Sea una decisión de táctica coyuntural o una estrategia de largo plazo por parte de la Casa Blanca, lo fáctico para las empresas es que comenzaron a transitar un escenario en el que deberán gestionar los riesgos que conlleva “la geopolítica de las líneas rojas”, como lo define el analista de Control Risks, Theodore Kahn.

Centroamérica en la mira de Donald Trump

Este es un escenario donde las “líneas rojas” que los estados no se atrevían a atravesar (por respeto a relaciones internacionales, acuerdos o compromisos asumidos) dejan de ser una limitación vinculante a su comportamiento. A los hechos:

-Agresiva política arancelaria de EE.UU. para con sus socios y aliados históricos directos (México y Canadá);

-Amenazas de EE.UU. a Panamá por el control del Canal y consiguiente desarme del acuerdo Panamá-China por la Ruta de la Seda (firmado en 2017);

-Respuesta de Pekín, a las pocas horas, anunciando gravámenes del 15% a las importaciones de carbón y gas natural licuado y 10% sobre el petróleo crudo, maquinaria agrícola, camionetas y autos de lujo. La medida comenzará a regir desde el sábado 10 de febrero. China también comunicó que impondrá controles a la exportación de minerales estratégicos (tungsteno, telurio, rutenio y molibdeno) bajo el pretexto de “proteger la seguridad nacional”.

-Contraataque del presidente Trump: “China tiene que dejar de enviarnos fentanilo. Si no lo hacen, los aranceles van a subir aún más”. (La inteligencia de EE.UU. trabaja sobre la hipótesis de que mafias chinas colaboran con los carteles mexicanos en la frontera norte de México).

Sin dudas, las líneas rojas se están cruzando aceleradamente, y en este juego lo que está emergiendo -como una realidad de largo plazo- es que el multilateralismo que sobrevivió hasta la administración Biden, en la era Trump 2.0 está dejando paso a un “mundo tripolar”: las jugadas las definen EE.UU., China y Rusia.

Este trípode comenzará a alinear rápidamente a sus respectivos aliados; al tiempo que seguirán asestándose golpes certeros para hacer mella en las órbitas de poder respectivas. (Las empresas tecnológicas tendrán un rol determinante en ello o serán las principales víctimas del juego, según se mire. Hoy Google puede dar cuenta de ello, tras la decisión de China de anunciar medidas en contra de sus socios en territorio chino).

CENTROAMÉRICA EN LA JUGADA

En Centroamérica, los alineamientos se están dando más rápido de lo esperado. A Panamá le alcanzó la visita del secretario de Estado Marco Rubio, para definir que su Norte es Estados Unidos. A su vez, con un oportunismo digno de su capacidad de sobrevivencia, el régimen del dictador Daniel Ortega, desempolvó su proyecto de un Canal Interoceánico atravesando Nicaragua y se lo volvió a ofrecer a China, en esta oportunidad con un nuevo trazado.

¿Qué acordó El Salvador con Estados Unidos durante visita de Marco Rubio?

¿Qué impactos inmediatos podrían sentir las empresas en este contexto de guerra comercial creciente y frágil geopolítica global?

Los analistas económicos están previendo este menú de ocho escenarios:

1- Posible incremento de la inflación en EE.UU. Esto podría empujar a la FED a aumentar las tasas. "Tenemos que ser un poco más cuidadosos y más prudentes en lo rápido que podrían bajar las tasas porque hay riesgos de que la inflación esté a punto de empezar a golpear de nuevo", admitió Austan Goolsbee, presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago en una entrevista con Marketplace Radio.

2- Si la inflación y la suba de tasas se hacen realidad en la economía estadounidense (lo que el propio Trump reconoció como “el dolor” que provocarán sus medidas), es de esperar una retracción del consumo y encarecimiento del financiamiento. (Para la región esto se traduce en una probable retracción del flujo de remesas).

3- Fortalecimiento del dólar debido al efecto fly to quality (huida a la seguridad). Cuando aumenta el riesgo, los inversores tradicionalmente prefieren refugiarse en el dólar. La contracara son las devaluaciones de las demás monedas nacionales.

4- En un contexto de realineamientos estratégicos, se pueden abrir oportunidades con nuevas avenidas de inversión, pero hasta que EE.UU. y China no dejen de disparar paquetes de medidas como misiles, la IED va a recurrir al modo "Stop and see".

5- Otra consecuencia inmediata del nuevo contexto de “mundo tripolar”, será la reconfiguración de determinadas cadenas de suministro estratégicas. La que involucra a los semiconductores es la que podría ver más rápidamente alterada sus ecuaciones básicas. En general, se prevén fuertes reacomodamientos de precios, en virtud de inestables flujos de oferta de insumos. De todos modos, la prospectiva no es necesariamente negativa. Según algunos analistas podría darse el escenario de proveedores con exceso de capacidad, como los fabricantes con sede en China, que se verían obligados a vender sus productos a terceros países a precios bajos. Allí habrá una oportunidad.

6- Un nuevo paradigma que se derivaría de la “Trumpnomics” es el de la relocalización o nueva regionalización de las cadenas de suministro. En este sentido, las empresas o los inversores que agudicen su capacidad para leer las tendencias y entrar oportunamente a nuevos negocios, podrán marcar la diferencia.

7- En general, el costo de importar, exportar y transportar mercancías por todo el mundo podría encarecerse mucho más para los consumidores.

8- Fin de los “vínculos grises”. En este mundo tripolar, en el que Estados Unidos recuperó la iniciativa para jugar fuerte en defensa de sus intereses nacionales, difícilmente los países de Centroamérica puedan declararse “prescindentes” en la disputa Washington-Pekín. Se estará de un lado o del otro.

El presidente panameño José Raúl Mulino demostró pragmatismo y dio una señal en ese sentido; comprendió que un “Canal en manos de Panamá” significaba un Canal que debía poner distancia de la china Hutchison Ports. Más previsible, el presidente salvadoreño Nayib Bukele siguió la senda aceptando recibir en las instituciones carcelarias de su país no sólo a criminales deportados de origen salvadoreño sino de otras nacionalidades, que sean capturados en EE.UU..

Como dicen las series de ficción cuando termina un episodio: “to be continued”. Y esta atrapante serie apenas mostró sus primeras escenas.

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