Por E&N Brand Lab para Cargill
Consecuente con su propósito de nutrir al mundo de manera segura, responsable y sostenible, todas las operaciones de Cargill en la región están enfocadas en construir confianza con las comunidades y la sociedad a través de un compromiso genuino con la responsabilidad social y el desarrollo sostenible.
Cargill combina 160 años de experiencia con nuevas tecnologías y conocimiento local, lo que lo convierte en un socio confiable no solo para los mercados, sino también para las comunidades al construir confianza a través de un diálogo abierto y constante con todos sus grupos de interés, para escuchar sus necesidades, al mismo tiempo que trabajan conjuntamente en proyectos que aporten bienestar y crecimiento local.
“Este enfoque nos permite ser percibidos no solo como un actor económico, sino como un aliado comprometido con el progreso social”, asegura Verónica Castro, vicepresidenta y directora ejecutiva en Centroamérica de Cargill Food Latinoamérica.
Además, la compañía ha fortalecido su modelo de negocio convirtiéndose en Cargill Food Latinoamérica, una nueva estructura operativa que integra el negocio completo de alimentos en un modelo más ágil y eficiente. Esta transformación consolida un portafolio diversificado que incluye proteínas, aceites, harinas, cacao, edulcorantes, almidones y productos a base de tomate, entre otros, y que integra los mercados de México, Centroamérica, Colombia, Brasil, Argentina y Ecuador, con inversiones que generan empleo, amplían capacidades productivas y aportan valor agregado a los mercados locales.

CONFIANZA CIMENTADA EN VALORES
Cargill está consciente que la confianza es uno de los activos intangibles más valiosos de una compañía, que se construye con esfuerzo y dedicación, mediante acciones sólidas, coherencia con los valores corporativos y el cumplimiento estricto de prácticas éticas. Castro resalta que esta confianza genera credibilidad, reputación, reconocimiento y lealtad hacia la marca. En Cargill, esto se traduce en seguridad alimentaria, desarrollo sostenible, relaciones de largo plazo y un apoyo constante a las comunidades donde opera. “Ser considerada una de las empresas más confiables de la región es reflejo del trabajo constante que realizamos desde hace más de 55 años en Centroamérica —y más de 160 años a nivel global— como un socio comprometido con el fortalecimiento de los sistemas alimentarios”, sostiene la directiva.
En este sentido, Cargill gana confianza a través de acciones como: producción local fortalecida, acceso a alimentos seguros y de calidad, y un compromiso constante con el bienestar de las comunidades donde opera. Desde su posición estratégica en el centro de la cadena de suministro, conecta a agricultores, productores, clientes y consumidores en un modelo que responde a las verdaderas necesidades de las familias centroamericanas.
De esta manera, Cargill ha adoptado una visión a largo plazo que le permite aportar conocimiento profundo, impulsar la innovación y responder con efectividad a las necesidades de sus clientes, tanto en el presente como para las futuras generaciones. Esta capacidad de anticiparse eficazmente a las tendencias y hábitos de consumo, así como de responder con agilidad y resiliencia a las necesidades del mercado, le ha permitido mantener a sus marcas dentro del Top of Mind, entre ellas: Perry (Guatemala), Norteño (Honduras), Tip-Top (Nicaragua), Pipasa (Costa Rica), y Kimby y Delicia como marcas regionales.
ENFOQUE EN EL BIENESTAR COLECTIVO
Cargill ha identificado cambios notables en cómo sus públicos de interés —colaboradores, clientes, consumidores, socios, comunidades e instituciones— construyen confianza con las empresas. “Hoy, la confianza se basa en la coherencia entre lo que se comunica y lo que se hace, y se fortalece a través de acciones tangibles, medibles y sostenidas en el tiempo”, dice la vicepresidenta y directora ejecutiva en Centroamérica de Cargill Food Latinoamérica.
En este sentido, los grupos de interés de Cargill esperan que más allá de entregar productos de calidad, la empresa actúe con propósito, impulse la sostenibilidad, promueva la inclusión y genere impacto positivo en las comunidades donde opera. El ejemplo empieza en casa, por lo que a lo interno Cargill apoya a sus colaboradores con espacios y oportunidades de mejora y crecimiento, fomentando un ambiente de respeto donde se puedan sentir seguros, incluidos y valorados.
En cuanto a los proveedores, Cargill establece alianzas estratégicas fundamentadas en la puntualidad, el respeto a los acuerdos comerciales y la colaboración continua, asegurando que todas las partes se beneficien y crezcan juntas. Con sus clientes, la empresa apuesta por escucharlos y valorarlos para anticipar y satisfacer sus necesidades. “Ellos son el centro de nuestra planeación estratégica y toma de decisiones”, asevera la directiva.
Como parte de su compromiso con la creación de valor compartido y relaciones de largo plazo, Cargill también ha fortalecido sus prácticas de sostenibilidad a través de iniciativas como la promoción de agricultura regenerativa, la inversión en infraestructura educativa y nutricional comunitaria, y la implementación de programas que empoderan a mujeres rurales y emprendedores. Asimismo, durante el último año, más de 668.000 personas en Centroamérica fueron beneficiadas por los programas sociales de la compañía, con más de US$4.7 millones invertidos en proyectos sociales que se traducen en acceso a alimentos, oportunidades económicas, bienestar animal y herramientas para adaptarse a los desafíos del entorno.
“Somos una empresa con visión en un futuro en el que, colaboradores, clientes y proveedores podemos crecer juntos, creando un impacto positivo en la vida de las personas y aprovechando mejor las oportunidades del mercado”, concluye Verónica Castro.
