Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
El proyecto de intervención integral Iskali, que desarrolla La Constancia, en la zona del volcán de San Salvador (El Salvador) mediante el equilibrio medioambiental y el desarrollo de pobladores locales continúa avanzando, ha logrado importantes avances a la fecha.
El proyecto fue lanzado en mayo de 2021 y es una iniciativa de La Constancia, con el apoyo de Coca-Cola y ejecutado por TNC (The Nature Conservancy Fund) a través de Biosistemas.
Iskali, que en lengua nahuat significa "sanar" o "recuperar", consiste en un plan de cinco años enfocado en restaurar 15.905 hectáreas de ecosistemas y paisajes productivos con un estimado de inversión final de US$13,5 millones.
"Iskali es una iniciativa que desde hace tres años impulsamos para recuperar el volcán de San Salvador, protegiendo una cuenca importante para captación de agua, teniendo impactos positivos a las comunidades vecinas", señaló Javier Benavides, gerente de Reputación y Sostenibilidad de La Constancia - AB InBev, durante el evento UniveRSE, organizado por Revista Estrategia & Negocios, junto a La Constancia.
A la fecha, el proyecto ha logrado beneficiar 552 hectáreas con mejores prácticas agrícolas, 30 hectáreas de drenajes naturales estabilizados, 300 agricultores han sido capacitados en sistemas de producción sostenible y cultura del agua. Desde el inicio del proyecto en campo hasta la fecha se han invertido US$1,4 millones.
Además, se han apoyado a 30 emprendedores de la zona y un 45 % de los beneficiarios del proyecto son mujeres.
La zona de mayor tasa de recarga hídrica del área metropolitana de San Salvador son las 16.000 hectáreas en el volcán de San Salvador, donde se infiltran 312 millones de metros cúbicos de agua al año y son unas 14.000 personas las que dependen de la agricultura que se ejecuta en el área.
Esta zona abastece a gran parte del agua subterránea de la capital salvadoreña y las plantas productoras de La Constancia, por lo que se empezó a identificar el potencial de intervención con mejores prácticas agrícolas con hora de protección de suelo de infiltración de agua y además tiene otros beneficios ambientales importantes como son la protección de la biodiversidad y la captura de carbono.
"Iskali es un testimonio vibrante y real de una iniciativa en la cual, tanto empresa privada como organizaciones y la comunidad trabajando juntos, podemos crear resultados tangibles en el corto plazo en lo ambiental y en lo social y así es como juntos vamos creando ese futuro con más motivos para celebrar", agregó Benavides.
Para finales del proyecto en 2025 se espera haber restaurado 15.905 hectáreas, beneficiado a 14.302 pobladores con mejoras en agro y proyectos sociales y recargado 74 millones de m3 de agua al manto acuífero de la zona.
