Por José A. Barrera - Revista Estrategia & Negocios
Las iniciativas de carácter ambiental ganan protagonismo dentro de los objetivos de sostenibilidad de grandes grupos privados de la región, los que han visto en desafíos comunes oportunidades para apuntalar sus negocios y proyectarse al futuro.
Haydée de Trigueros, directora ejecutiva de la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas), destaca que el cambio climático es uno de los principales riesgos a los que se enfrenta el mundo, según se desprende de un informe del Foro Económico Mundial (FEM) a inicios del año el cual tomó como base la opinión de 1.500 ejecutivos.
La ejecutiva destaca que en la región, la sostenibilidad ha ido madurando y ya no es el sentimiento de cada persona, sino que se toman acciones a partir de diagnósticos para identificar cómo está en el tema. “No es yo creo, yo pienso, ya hay una serie de herramientas que una empresa puede usar para identificar el grado de madurez que tiene”, apuntó.
En ese sentido labores de reciclaje, economía circular y protección de cuencas figuran entre los programas que no solo aportan valor a las comunidades, también se convierten en oportunidades empresariales.
En el istmo, la guatemalteca Progreso, por ejemplo, ha puesto en marcha a su unidad de negocios Proverde la cual tiene como objetivo brindar servicios especializados para la disposición final de residuos.
La unidad transforma desechos –entre los que se incluyen líquidos, llantas y otros– en energía a través del sistema de coprocesamiento que se realiza en los hornos donde se produce el cemento, un tema similar desarrolla Holcim El Salvador con la operación de Geocycle.
Por su parte, alianzas como la impulsada por Walmart Centroamérica, Nestlé y Grupo Ternova suponen una colaboración estratégica para impulsar una economía circular afincada en el reciclaje de empaques hechos de plásticos.
La Alianza por el Reciclaje fue presentada en febrero y también cuenta con el respaldo de Cervecería Ambev Guatemala, Sistema Coca-Cola, PepsiCo, Grupo LALA y la Cooperación Alemana.
Las empresas buscan fomentar la reutilización y el reciclaje para disminuir la dependencia de materias primas vírgenes en la producción de envases, enfoque que no solo refuerza la sostenibilidad ambiental, sino que también establece un paradigma de restaurar, renovar, reponer y preservar el planeta.
Por su parte, la filial en El Salvador de la productora de bebidas AB Inveb, La Constancia, trabaja en su propia iniciativa de reciclaje.
Javier Benavides, gerente de sostenibilidad de la empresa, explicó que a cuatro años del lanzamiento del proyecto Hagámosla Circular la empresa ha reciclado 29 millones de libras de material plástico. “Nosotros no hacemos sostenibilidad, la sostenibilidad es parte de nuestro negocio. Nuestra plataforma se llama ‘100 más’ por que queremos estar por más de 100 años”, dijo.
Guatemala: El reto de salvar a un río
El río Motagua es uno de los más largos de Guatemala, tiene 486 kilómetros y su cuenca abarca una extensión de aproximadamente 15.000 kilómetros cuadrados, que representa el 7 % de la superficie total de del país. Sin embargo, su cauce arrastra cientos de toneladas de desechos.
El afluente es alimentado por el río Las Vacas, el cual recibe los desagües provenientes del norte de la capital y los desechos que llegan al vertedero de la zona 3 –uno de los 10 más grandes de Latinoamérica–, una crítica situación que ha puesto a trabajar a 50 aliados, entre ellos Care Plan, 4Ocean, Ministerio del Medio Ambiente, PNUD GEF Motagua, Ocean Legacy, GIZ, Rotarios, GREPSA, Vical, HaciendoECO y otros para mejorar las condiciones
El Salvador: El reto de recuperar una cuenca
Iskali, “sanar” en idioma náhuatl, es el nombre del proyecto con que el que se espera conservar más de 15.900 hectáreas de ecosistemas y paisajes productivos de la zona del volcán de San Salvador, El Salvador.
La iniciativa, impulsada por La Constancia, busca proteger una vital zona de recarga hídrica en Centroamérica, mediante el desarrollo de iniciativas por US$13,5 millones.
El área del volcán de San Salvador abastece a más del 70 % de las personas que viven en la capital salvadoreña, quienes reciben el líquido del acuífero de Nejapa, zona donde también opera La Constancia, fabricante de marcas como el portafolio de The Coca Cola Co.