Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
S&P Global Ratings publicó su artículo "América Latina - Panorama bancario por país” en el que presenta las expectativas sobre los sistemas bancarios de América Latina para 2024.
La agencia señala que en general los bancos de la región afrontarán obstáculos e incertidumbres. Las débiles perspectivas económicas pondrán a prueba a los bancos además del bajo crecimiento del crédito en medio de altas tasas de interés, aunque disminuyendo, y la incertidumbre política.
"Prevemos que la mayoría de las calificaciones de los bancos se mantendrán resilientes frente a estos riesgos principales, a menos que se intensifiquen significativamente o se arraiguen aún más. La rentabilidad continuará moderándose debido al deterioro de la calidad de los activos, lo que obligará a que los bancos continúen fortaleciendo sus niveles de provisiones", señala el reporte.
Estos son los detalles en cuanto a los sistemas bancarios de los países de Centroamérica según el reporte de S&P:
Costa Rica
En opinión de la agencia calificadora, la falta de rentabilidad en el sistema sigue siendo una de las principales debilidades de la industria bancaria en el país. Sin embargo, la calidad de activos está mejorando a medida que disminuye el desempleo y la inflación retrocede gradualmente.
La recuperación del segmento bancario seguirá acelerándose a medida que mejoren las condiciones macroeconómicas tras la mejora del perfil externo y fiscal del país.
"La ejecución del plan fiscal de Costa Rica y el acceso a financiamiento externo respaldarán el crecimiento del sistema bancario. En nuestra opinión, la modificación de la regla de gasto fiscal y la implementación del régimen de empleo público facilitará el acceso por parte del gobierno a los mercados globales bajo su autoridad de endeudamiento plurianual. Esto debería mejorar el impulso de crecimiento del crédito del sistema bancario en los próximos dos años", inidca el documento.
El Salvador
Los bancos salvadoreños han aumentado su exposición al riesgo gubernamental y no se espera que la reduzcan en los próximos 12 meses. Esta exposición limita su flexibilidad para fondear sectores económicos productivos.
"Consideramos que la falta de pesos y contrapesos en el país es un riesgo para la dinámica competitiva de la industria bancaria. Aunque el soberano afronta obstáculos económicos para ampliar su perfil de financiamiento, no esperamos una fuerte disminución en la capacidad de pago de las empresas y los hogares que erosionaría la calidad de activos de los bancos locales en lospróximos 12 meses", dice S&P.
Guatemala
Las cautelosas políticas fiscales y monetarias han estabilizado la economía y han respaldado el crecimiento continuo del PIB. Por otro lado, consideran que los bancos afrontan desafíos operativos, como una posible desaceleración de las remesas y las exportaciones, una economía de bajos ingresos y una importante economía informal quepodría limitar su crecimiento.
"Prevemos que los indicadores de calidad de activos se deterioren ligeramente en medio de un fuerte crecimiento del crédito al consumo entre los bancos más grandes. Pero también consideramos que seguirán siendo manejables y alineados con nuestra evaluación general del riesgo crediticio en la economía", dice el reporte.
El sistema bancario de Guatemala tiene una base de depósitos de clientes históricamente estable y acceso a fondeo mayorista. Sin embargo, los mercados de capital internos subdesarrollados limitan la diversificación del fondeo.
Honduras
La agencia señala que la caída de los ingresos reales y el alza de los precios aún afectarán el consumo de los hogares. Esto limitará que los bancos aumenten sus márgenes de interés neto de manera significativa.
"Esperamos que la recuperación de varios segmentos empresariales, en particular exportaciones y manufactura, aún respalde el crecimiento de los bancos de Honduras. Las bases de depósitos minoristas estables y diversificadas de los bancos más grandes refuerzan la liquidez", dicen.
Panamá
Se esperan indicadores de calidad de activos más débiles en 2023 y 2024, con una recuperación gradual posteriormente, ya que el periodo de indulgencia de los créditos relacionado con la pandemia finalizó en 2022.
La rentabilidad se recupera gradualmente, pero el posible aumento de las provisiones para pérdidas crediticias podría afectar los resultados netos de los bancos en lospróximos 12 meses. Si bien Panamá no cuenta con un acreedor de última instancia, el gobierno ha utilizado con éxito al Banco Nacional de Panamá para proporcionar liquidez al sistema bancario.