Por revistaeyn.com
Con el aumento de la popularidad de las transacciones digitales, los delincuentes han encontrado innovadoras formas de explotar sus vulnerabilidades, y para 2025 sus tácticas seguirán evolucionando, lo que representará pérdidas millonarias tanto para las instituciones financieras como para los usuarios en el mundo. Tan solo en 2024, los estafadores robaron más de US$1 billón a las víctimas a nivel global.
El costo del fraude es más alto entre entidades financieras de Latinoamérica, en las cuales el costo de cada transacción fraudulenta es 4,59 veces el valor de la transacción perdida, comparado con 3,07 para el sector minorista. Además, el 38 % del fraude se puede atribuir a métodos de pago nuevos y emergentes como pagos digitales/móviles, cripto, etcétera.
Josué Martínez, Asesor Global de BioCatch Latam, reconoció que el costo del fraude en las entidades financiares de América Latina es alto, y los canales digitales representan más del 50 % de las pérdidas generales por fraude. Con la finalidad de tomar una mejor posición de prevención ante los riesgos más dañinos que el sector financiero enfrentará en 2025, el directivo compartió su visión sobre las principales tendencias de fraude bancario digital en la región.
1) Evolución de la inteligencia artificial. Los programas automatizados, conocidos como bots, seguirán siendo un problema cada vez mayor en el ámbito del fraude financiero. Al igual que el malware, los bots se pueden cargar fácilmente en dispositivos móviles y utilizarse para automatizar tareas maliciosas a velocidades y volúmenes inalcanzables para un ser humano. Incrementará el desarrollo de bots que adoptan comportamientos y ocultan su identidad, lo que dificulta la identificación del fraude frente a la actividad genuina.
Para el siguiente año también se prevé que los bots se utilicen para automatizar el envío de solicitudes de préstamos o tarjetas de crédito empleando identidades robadas o sintéticas. Si se tiene éxito, el estafador puede obtener acceso a una gran cantidad de solicitudes aprobadas. El fraude financiero mediante bots plantea riesgos importantes tanto para las personas como para las organizaciones, incluidas pérdidas financieras, daños a la reputación y posibles complicaciones legales. Para prevenirlo se necesitan sólidas capacidades de protección contra el fraude que vayan más allá del análisis de credenciales, dispositivos y redes.
2) Explosivo aumento del malware móvil. Se prevé que para el próximo año la tasa de adopción de smartphones continúe en aumento en América Latina y el Caribe. Por países, Brasil lidera las proyecciones, ya que el 88 % del total de las líneas móviles en 2025 estarán vinculadas a un teléfono inteligente. Colombia ocupará la segunda posición, con un 8 2%, le siguen Chile y Guatemala con el 81%, Argentina (77 %), México (74 %) y Perú (70 %). Por ello, no sorprenderá que los ataques de fraude móvil aumenten.
Durante el 2024 el fraude con malware aumentó un 113 % en América Latina de acuerdo con el informe de BioCatch: Tendencias de fraude bancario digital en América Latina 2024. Asimismo, los casos de malware móvil utilizados para ejecutar fraudes bancarios se potencializarán en el 2025, que a menudo se propaga de un dispositivo a otro mediante correos electrónicos y mensajes que contienen enlaces maliciosos; esto podría costar a las víctimas cientos de millones de dólares.
3) Fraude en la apertura de cuentas. La apertura de una cuenta bancaria digital se ubicará como un riesgo importante para las instituciones financieras en 2025, las cuales deberán determinar cuándo un solicitante genuino está abriendo una nueva cuenta o un cibercriminal está utilizando credenciales robadas para obtener acceso a fondos. Si bien es un desafío, este análisis deberá realizarse al mismo tiempo que se brinda una experiencia sin inconvenientes a los solicitantes genuinos o abandonarán el proceso, lo que impactará en los ingresos.
4) Nuevas regulaciones. Debido a la envergadura del fraude bancario digital y la afectación que tiene para los consumidores, sobre todo quienes llegan a perder todos sus ahorros, muchos países recurren a la regulación para promover y reforzar el reembolso de estas estafas. El siguiente año, las instituciones bancarias trabajarán en ampliar cada vez más la regulación para ofrecer protecciones adicionales a los usuarios que son víctimas de algún fraude.
5) Los bancos se unirán para compartir información sobre delitos financieros. Debido al crecimiento de los delitos financieros en el mundo, los bancos emisores y receptores unirán sinergias para evitar que se cometan estafas y fraudes. Se crearán redes donde se intercambiará información en tiempo real, es decir si la red considera que una cuenta receptora no es fiable, compartirá esta información con el banco emisor en tiempo real, lo que permitirá a la institución emisora suspender e investigar la transacción antes de que salga dinero de la cuenta del remitente.
6.) Las estafas siguen creciendo en Latam: El aumento de las denuncias de estafas que hemos observado en América Latina en los últimos años, impulsado tanto por una mayor concienciación de la situación de los bancos como por los inminentes cambios regulatorios en algunas zonas geográficas, debería continuar. Las estafas más frecuentes seguirán siendo las de suplantación de identidad bancaria y las estafas de inversión, pero los estafadores son los innovadores por excelencia y la industria debería estar preparada para que se presenten estafas de todo tipo.