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Guanacaste, Costa Rica: de provincia de pescadores a burbuja inmobiliaria

En Guanacaste, muchas propiedades han pasado a manos de extranjeros en los últimos cinco años. Se ha consolidado un modelo de desarrollo de lujo y disparado el precio de vivienda, alquileres y costo de vida.

2025-07-23

Por María José Núñez /Claudia Contreras - Fotografías: SHUTTERSTOCK

Hace 40 años, Nosara, en Guanacaste era una provincia de pescadores. La zona costera estaba dedicada a la agricultura y ganadería. Sus funciones ecológicas, sus zonas de recarga acuífera, corredores biológicos y hábitat de flora y fauna locales hoy son el atractivo para aumentar el valor de bienes raíces de la zona.

“Lo que sucede en las costas de Costa Rica no es precisamente gentrificación, es la remodelación o cambio de uso a espacios ya existentes, generalmente urbanos y urbanizados, para darle cabida a nuevos ocupantes con mayor poder adquisitivo y que provoca la salida de los antiguos residentes”, analizó Esteban Barboza, coordinador del Observatorio de turismo, migraciones y desarrollo sostenible (OBTUR).

En Nosara, ubicado en el Pacífico Norte, los precios se dispararon: el alquiler de una casa con tamaño de 15 M2 a 20 M2² rondaba los US$300 en 2020 y subió a casi US$800 mensuales.

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Cada vez más, habitantes de Nosara, dejan sus viviendas y las colocan en alquiler para generar ingresos extras. “Al contrario de lo que sucede en las ciudades con gentrificación, en las costas de Costa Rica, las poblaciones locales no tienen adónde ir. Permanecen en relaciones muy asimétricas con respecto a los nuevos dueños y ocupantes, lo que se expresa en desigualdades, exclusión social, inseguridad, discriminación y explotación laboral”, señaló Barboza.

La llegada de turistas de altos ingresos, nómadas digitales que huían de las restricciones establecidas por COVID-19, junto al incremento en la construcción de proyectos inmobiliarios aceleró el fenómeno. “No solo se disparó la construcción y precios de metros cuadrados, sino que además el costo de los alquileres se incrementó en un 400%”, dijo Barboza. Hace cuatro años, el precio de una propiedad valía US$100.000; en la actualidad: US$500.000.

Alejandro Cordero, vecino y líder comunal de Guanacaste, comentó que la poca oferta accesible en alquiler para locales es muy cara. ¿Un ejemplo? El alquiler de apartamentos en la zona ronda los US$800. En playa, un estudio pequeño se puede rentar en US$2.000, una casa hasta US$10.000 al mes.

Son burbujas inmobiliarias para millonarios que pueden costear casas de entre US$3 millones a US$10 millones, incluso se han desarrollado escuelas privadas con el objetivo de vender propiedades y dónde el costo por niño es de hasta US$20.000 por año”, relató Cordero.

Oscar Leiva, investigador de la Universidad Nacional de Costa Rica, estudió el caso de Ojochal, en Puntarenas, en el Pacífico sur de Costa Rica. “Lo que se ha dado en Costa Rica es un proceso de ampliación de la frontera turística en zonas naturales y boscosas (...) De 2021 a 2023, hubo más transacciones de tierras que diez años atrás, todo con fines turísticos residenciales. Las estimaciones basadas en los registros de la propiedad indican que cerca del 75 % del área Ojochal de Osa está en manos de extranjeros con capacidades de inversión mayores a la media nacional”, relató Leiva.

El valor promedio del metro cuadrado de terreno con construcción en Ojochal ronda los US$249, y en promedio, el total de las propiedades analizadas tuvieron un valor de aproximadamente US$660.540 en alrededor de 250m² (variando desde 40 a 800 metros cuadrados).

Arturo Silva del OBTUR, quien ha trabajado de cerca con poblaciones guanacastecas, luego de la pandemia, reforzó: “Guanacaste experimenta un boom inmobiliario basado en un modelo de desarrollo centrado en oferta de resort, especialmente en el segmento residencial; la construcción y venta turística de casas, vinculado a un mercado muy dinámico y agresivo de bienes raíces”

TRANSFORMACIÓN: Infraestructura y beneficios fiscales atraen inversión extranjera

Guanacaste ha liderado la valorización inmobiliaria en Costa Rica. “Lugares como Tamarindo, Nosara, Zapotal y Santa Teresa se han transformado en destinos de alto perfil, atrayendo tanto a turistas como a inversionistas internacionales interesados en propiedades de alquiler a corto plazo”, apuntó Joseph Rodríguez, socio de la firma LuxBau Arquitectura e Ingeniería.

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Mirando hacia el futuro, Rodríguez subrayó que el Caribe Sur empieza a atraer turismo consciente y sofisticado. “Puerto Viejo y Cahuita han empezado a atraer interés por proyectos residenciales integrados con la naturaleza. La región de Osa, con su enorme biodiversidad y bajo nivel de urbanización, se perfila como un punto caliente para el turismo ecológico de alto valor”, agregó el experto.

¿Qué infraestructura empujará la inversión? “La expansión del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber en Liberia ha tenido un efecto multiplicador (...) impulsa el desarrollo de servicios de infraestructura turística (hoteles, casas y apartamento para rentas, comercios, etc.)”, dijo el líder de LuXBau.

Su firma está basada en Cartago, donde se ha especializado en el diseño y construcción de viviendas con propósitos comerciales (renta) y segundo hogar. La aprobación de la Ley 9996 atrae a inversionistas y pensionados, pues otorga beneficios fiscales significativos a extranjeros que invierten al menos US$150,000 en el país.

“Esto ha incentivado la compra de propiedades turísticas y residenciales, en especial en zonas costeras y rurales”. Alertó que la Reforma Fiscal y recortes en la inversión pública han generado cautela entre desarrolladores, sobre todo ante “proyectos financiados con fondos públicos”, dijo Rodríguez.

Claudia Contreras
Claudia Contreras
Editora de Innovación

Tengo 20 años de experiencia como periodista de negocios y tecnología, y un MBA en mercados emergentes y comercio exterior por la Universidad de Barcelona. Mi misión es crear contenidos de calidad que informen, inspiren y conecten a los lectores con las tendencias, los desafíos y las oportunidades de la economía digital, el fintech y la inteligencia artificial. Me apasiona la innovación, la creatividad, la empatía y el aprendizaje constante.

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