Por revistaeyn.com
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de Costa Rica dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares 2024, que reflejan las prácticas de separación de residuos en los hogares costarricenses. Un 62,0 % de las viviendas del país realiza algún tipo de separación de desechos, mientras que el 38,0 % restante deposita toda la basura de forma mixta.
El estudio revela ligeras variaciones entre las zonas urbanas y rurales: el 60,7 % de las viviendas urbanas separa al menos un tipo de residuo, en contraste con el 65,3 % en las zonas rurales. Este comportamiento sugiere una mayor adopción de prácticas de reciclaje en áreas menos densamente pobladas.
Las seis regiones de planificación del país muestran disparidades notables. En la Región Central, el 79,8 % de las viviendas separa residuos, siendo el plástico el material más citado (85,6 %).
En Pacífico Central, un 68,3 % separa desechos, con predominio del plástico (91,5 %); en Brunca, 61 % separa residuos, principalmente orgánicos (75,8 %); en Huetar Caribe, 61,8 % separa residuos, destacando la separación de materia orgánica (82,4 %).
En Chorotega, el 43,9 % separa desechos, con mayor énfasis en orgánicos (77,7 %); y en Huetar Norte, 54,5 % separa residuos, siendo los orgánicos los más frecuentes (84,0 %).
Entre los materiales, las viviendas costarricenses priorizan Orgánicos (restos de comida, cáscaras y huesos) con 53,5 %, Vidrio 48,7 %, Aluminio 45,5 %, Papel o cartón 45,4 % y Plástico 39,2 %.
Pese a los esfuerzos de reciclaje, el 92,5 % de las viviendas de Costa Rica deposita los residuos no separados en camiones recolectores municipales; un 5,7 % opta por quemarlos, mientras que un 1,7 % los entierra y porcentajes mínimos los arrojan en lotes baldíos (0,1 %) o en otros sitios (0,1 %), indica el INEC.
Estos datos evidencian avances significativos en la conciencia ambiental de los hogares costarricenses, aunque subrayan la necesidad de fortalecer campañas de separación de residuos y optimizar la gestión integral de la basura para reducir el impacto ambiental y prolongar la vida útil de los rellenos sanitarios.