Por Revista E&N para Cementos Progreso
Cementos Progreso avanza con paso firme y expande su huella en Latinoamérica. En 2022, la centenaria empresa de origen guatemalteco consolidó su operación en la región con la ampliación del negocio del cemento y concreto en los mercados de Costa Rica y El Salvador.
Estos dos mercados se adhirieron luego de completarse el acuerdo de compra de las operaciones de Cemex por US$335 millones, una inversión estratégica anunciada a finales del año pasado y que ocurre cuando la inflación y los altos costos son una realidad.
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“Una compañía como Progreso, que tiene tanto tiempo de estar en el mercado, no puede dar un timonazo por un año en el que la inflación o los costos se hayan disparado. Progreso siempre planifica para la siguiente generación y no para el próximo trimestre”, apuntó José Raúl González Merlo, CEO de la multilatina sobre el desarrollo estratégico de la empresa.
Con este movimiento, la compañía se consolida como la empresa regional de materiales de construcción con mayor presencia en Centroamérica.
Los siete países en los que opera son: Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras (donde trabajan a través de la junta directiva de Cementos del Norte), Costa Rica, Panamá y el norte de Colombia. “Este crecimiento en la región es parte de un sueño hecho realidad, de convertirnos en una empresa regional. Nos da mucha satisfacción poder contar con un grupo tan sólido de gente tanto en el nivel gerencial, como a nivel operativo, que hace esta integración (de siete operaciones) más fácil”, destacó José Miguel Torrebiarte, presidente de Progreso.
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A los nuevos mercados llegan con el firme propósito de construir juntos la región en la que todos quieren vivir, además de ser reconocidos y consolidar su presencia en el mercado, aunque reconocen que hay mucho trabajo por hacer durante 2023.
“Hoy en día la región es completamente competitiva en el campo de materiales de construcción y específicamente en el campo de cemento porque es una región básicamente abierta al comercio exterior como a la inversión y por lo tanto, nosotros podemos ver como otras empresas cementeras de América han venido tanto a Costa Rica como a El Salvador, además de los productos importados que vienen fundamentalmente de Asia”, comentó González Merlo, quien viajó a ambos países para reunirse con los nuevos equipos e iniciar con el proceso de expansión de la “cultura Progreso”.
INNOVACIÓN PARA COMPETIR
Las inversiones de la empresa, una de las más consolidadas y admiradas de Centroamérica, no solo se enfocaron en expansión, sino también en aquellas que le permitieran avanzar en su compromiso de ser el proveedor favorito, poniendo énfasis en la innovación.
Actualmente trabajan en nuevos productos sostenibles a través de investigaciones destinadas a optimizar los elementos de concreto para lograr mayor capacidad estructural, con menos uso de material en la construcción de viviendas y edificaciones.
“En 2022, se siguió invirtiendo en el mantenimiento de nuestras operaciones y en el crecimiento de las mismas, pero hubo inversiones de una importancia particular para continuar fortaleciendo nuestro liderazgo en temas de innovación”, indicó González Merlo.
Por ejemplo, adquirieron, para su operación en Guatemala, una impresora 3D, la primera en Latinoamérica de su naturaleza, que les coloca en la punta de lanza de poder comenzar a utilizar otras tecnologías, agregó el CEO de Progreso. La empresa ya experimentó con prototipos desarrollados a partir de las capacidades de esta impresora, como inmobiliario para paradas de buses, y también han puesto a prueba un prototipo de vivienda con un área de 40 metros cuadrados.
El ejecutivo destacó que esta innovación les permitirá entender cuáles son las ventajas de poder utilizar este tipo de soluciones y por otra parte, cómo desarrollar la mezcla correcta del concreto “o la tinta” que se usa en esta impresora para poder entonces tener las resistencias y características deseadas.
SOSTENIBILIDAD EN SU ADN
Para Progreso, la sostenibilidad está en su ADN y es parte del legado que dejó su fundador Carlos F. Novella. “No puede haber una empresa que tenga 123 años o con más años que Progreso sin haber tenido el concepto de sostenibilidad muy claro”, sentenció Torrebiarte.
“Nacimos siendo la segunda fábrica de cemento en el continente. Ya solo con eso, Carlos F. Novella se convierte en uno de los grandes innovadores en la historia de América Latina, pero también por su visión y su liderazgo social, ya que antes de que se constituyera como una prestación laboral, ofreció servicios médicos a sus colaboradores y a sus familias, así como educación a los hijos de sus colaboradores”, añadió González Merlo.
Su especial cuidado con el medio ambiente también estuvo desde el momento que nacieron. “Durante los años 30, a raíz de la Gran Depresión económica que se vivió, Carlos F. Novella inició un nuevo proyecto ambiental para que los colaboradores no perdieran su empleo y los ocupó en sembrar árboles en el norte de la Ciudad de Guatemala, creando así un nuevo bosque que hoy en día es uno de los pulmones importantes de la ciudad. Se llama El Tablón”, recordó el ejecutivo.
Según su Reporte de Sostenibilidad “Cementando el Futuro”, la empresa destinó US$1,6 millones para su inversión comunitaria en 2021. Dicho reporte se elabora acorde a las normas establecidas por el Global Reporting Initiative, que representa los más altos estándares internacionales en materia de sostenibilidad.
FUTURO
José Raúl González, CEO de Progreso explicó que no descartan seguir expandiendo la operación de la empresa en el futuro, pero que por el momento seguirán enfocados en cumplir con la promesa que han hecho a sus clientes “de llevar un mejor servicio y mejor producto, con la mejor calidad”, apuntó.