Por revistaeyn.com
La semana inició con el anuncio más temido que se esperaba desde la Casa Blanca: el uso de la política arancelaria como una herramienta para presionar a países como México y Canadá para que intervengan de modo más decisivo en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Impacto en los mercados, en las cotizaciones de las monedas, en las prospectivas de los precios y de la evolución de las economías se sintieron de inmediato, y a escala global.
Como lo definió el futurólogo Jamais Cascio, el mundo está entrando de lleno en una fase “BANI” (acrónimo que en inglés refiere a cuatro entornos: Frágil/quebradizo, Ansioso, No Lineal, Incomprensible).
Frente a este nivel de vulnerabilidad de la geopolítica global, adquiere relevancia uno de los capítulos abordado por la última edición del World Economic Forum (EF) y que quedó plasmado en su paper The Global Risks Report 2025: la “reconstrucción de la confianza” como base para “abordar los riesgos globales y construir economías y sociedades más fuertes y resilientes”.
¿POR QUÉ ES CRUCIAL?
Según el WEF, la desconfianza y la polarización dificultan la toma de decisiones y la cooperación. En su informe señala que “la polarización dentro de las sociedades está erosionando el sentido de valores compartidos”.
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Para reconstruir la confianza, “se requiere un diálogo honesto y una acción urgente entre líderes de todos los sectores, incluyendo el público, el privado, la sociedad civil, las organizaciones internacionales y la academia”, señala el WEF.
Desde esta perspectiva, la cultura de la confianza es un instrumento imprescindible para mitigar los riesgos. Esto hace que se convierta, además, en un capital intangible imprescindible para las empresas.
Según KPMG, “la crisis de confianza global se remonta a principios de la década de 2010”. En su último informe, titulado Cinco claves para colaborar en la era de la inteligencia, la consultora internacional advierte que esta situación “generó la necesidad de construir nuevos acuerdos basados en la integridad, los valores y la ética en el desempeño de las organizaciones”, advierte KPMG.
LA CONFIANZA PAGA
Estudios realizados a escala global por diferentes fuentes expertas demuestran que la construcción de la cultura de confianza dentro de las empresas, tiene importantes retornos. Eso sí: siempre que el proceso se encare de modo coherente, realista y medido.
“El desafío es aunar la marca, la cultura, la sostenibilidad, el riesgo y la ética de una manera que no genere una falta crónica de claridad de funciones”, afirma Alison Taylor, profesora asociada en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York, en su último libro, El terreno más alto: cómo las empresas pueden hacer lo correcto en un mundo turbulento, que se publicó a principios de 2024. Para que la confianza no sea una utopía al servicio del marketing reputacional sino una estrategia de negocios con impacto real, es clave realizar mediciones en el desarrollo del proceso.
Bajo esta visión, Estrategia & Negocios, DATOS Group y PIZZOLANTE lanzan la encuesta “El Valor de la Confianza 2025”, que persigue identificar cómo los centroamericanos construyen confianza hacia las empresas, líderes de negocios y marcas.
Este año la alianza apuesta por investigar la construcción de la Confianza por parte de diferentes segmentos, entre ellos los principales atributos que valoran los CEO, las audiencias especializadas y el público general.
Además de elegir a sus contrapartes de confianza, los participantes en el estudio opinarán sobre la confianza en diferentes instituciones y compartirán a detalle los elementos que les motivan a sentir confiabilidad hacia las marcas.
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