Por revistaeyn.com
A medida que 2025 entra en su cuarto y último trimestre, la institucionalización de Bitcoin y las criptomonedas se ha consolidado sin duda como una de las grandes tendencias del año financiero.
Con firmas de inversión globales, empresas que cotizan en bolsa e incluso fondos autónomos profundizando su participación en la criptoeconomía, los activos digitales han dejado de ser instrumentos marginales para convertirse en componentes esenciales de las carteras institucionales.
Desde la evolución del perfil de volatilidad de Bitcoin hasta el creciente apetito por las criptomonedas en Latinoamérica.
Estas son cuatro tendencias que indican hacia dónde se dirige la adopción institucional de Bitcoin y las criptomonedas en lo que resta del año:
La nueva normalidad de Bitcoin: volumen y estabilidad
Esta tendencia no es casual. A medida en que más actores de las finanzas tradicionales incorporan Bitcoin en sus carteras, las estrategias de exposición al riesgo están ayudando a suavizar las oscilaciones en el precio.
La evolución de Bitcoin, como activo institucional clave, es cada vez más evidente. En lo que va de 2025, el precio de Bitcoin y otras criptomonedas ha aumentado más del 25%, impulsado principalmente por entradas institucionales, incluidos 85 mil millones de dólares a través de nuevos ETFs de Bitcoin. Paralelamente a este crecimiento, el comportamiento de precio del Bitcoin también está cambiando: comienza a actuar como un resguardo de valor. La volatilidad disminuye de forma sostenida, proporcionalmente a la ampliación en la adopción y los analistas de Deutsche Bank prevén aún más estabilidad hacia fin de año.
Latinoamérica sigue liderando la adopción cripto a nivel global
Latinoamérica continúa consolidándose como un caso de estudio global en innovación impulsada por cripto. Según investigaciones de Bitfinex, en países como Argentina, Colombia y Brasil, la adopción ya no es especulativa: es funcional. La alta inflación, la inestabilidad cambiaria y la limitada infraestructura financiera han convertido a Bitcoin y a las criptomonedas en activos esenciales tanto para empresas como para consumidores.
Esta realidad ha atraído capital institucional y reformas regulatorias locales. Bancos regionales están implementando pruebas piloto con blockchain y los reguladores comienzan a establecer marcos más claros para activos tokenizados. Con una población joven y alta penetración móvil, Latinoamérica se perfila como terreno fértil para la próxima ola de infraestructura Web3, finanzas descentralizadas (DeFi) y modelos de tokenización de activos.
Se acelera la integración de DeFi
La región se está posicionando como líder global en la integración de las finanzas descentralizadas (DeFi) con la banca central tradicional. El Banco Central de Brasil encabeza esta tendencia con su iniciativa Drex, que incorpora DeFi directamente en la infraestructura financiera del país. Actualmente, en fase piloto, Drex está probando funciones DeFi como la liquidación automatizada de operaciones y fondos de liquidez para bonos tokenizados. Estas innovaciones buscan equilibrar la descentralización con la supervisión regulatoria.
Se espera que el enfoque de Brasil sirva como modelo para otros mercados emergentes hacia finales de este año.
Claridad regulatoria impulsa la confianza institucional
Uno de los principales catalizadores para la participación institucional es la transparencia regulatoria. En varias jurisdicciones, pero especialmente en Latinoamérica, se está acelerando la regulación específica para criptomonedas. El marco legal de activos digitales de Brasil, los modelos sandbox de Chile y la estrategia Bitcoin de Panamá están reduciendo las barreras de entrada para las empresas.
Mientras tanto, organismos internacionales como el FMI están afinando sus posturas, permitiendo que los reguladores nacionales adopten enfoques más matizados. Como resultado, grandes instituciones que antes dudaban por incertidumbres normativas, ahora están participando activamente en los mercados de Bitcoin y criptomonedas, muchas veces en colaboración con exchanges regulados como Bitfinex.