Finanzas

Deuda pública se eleva, pero economías logran sortearla con éxito

El stock de la deuda externa aumentó en promedio 14,7% en la subregión CARD entre 2019-2021.

2023-04-20

Por Roberto Fonseca – Revista E&N

Entre 2019 y 2021, la deuda externa en todos los países de la sub región CAFTA-DR, que incluye a Centroamérica y República Dominicana, aumentó como efecto del impacto económico y social de la pandemia de la COVID-19. De acuerdo al documento International Debt Report 2022, publicado por el Banco Mundial, en República Dominicana se elevó 27,9%, en Honduras 21,6%, en El Salvador 16%, en Costa Rica 13,3%, en Nicaragua 8,8% y en Guatemala 1%.

Todos los países, con excepción de Guatemala, sobrepasan el promedio de aumento registrado por la región de América Latina y el Caribe en el periodo señalado, correspondiente al 4,8%.

“Al evaluar los niveles actuales de deuda de la región, es importante recordar los eventos que han incidido en dicho repunte. La pandemia Covid-19 impuso un complicado escenario a nivel mundial, reduciendo el crecimiento de los países y, consecuentemente, los ingresos fiscales”, reflexiona Armando Navarrete, economista jefe del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

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Paralelamente, los requerimientos de recursos aumentaron, al demandarse un mayor gasto en salud e impulsar paquetes de apoyo para sectores vulnerables.

“Durante la fase más crítica de la pandemia fue necesario contar con más centros de salud para la atención de enfermos, contratar más personal sanitario, comprar medicinas, adquirir vacunas para prevenir el contagio y, en algunos casos, se brindaron recursos directamente a la población que dejó de percibir ingresos a raíz del confinamiento”, agrega.

En este contexto, insiste, los países necesitaron más apoyo, por lo que los organismos multilaterales (incluyendo al BCIE) pusieron a disposición mayores recursos que les permitieran salir adelante. Estos esfuerzos extraordinarios resultaron en un incremento del nivel de deuda.

“En virtud de lo anterior, al igual que en el resto del mundo, el nivel de endeudamiento público aumentó significativamente. Algunas valoraciones de otros multilaterales (BID), estiman que en 2020 la deuda externa soberana creció hasta alcanzar casi el 40% del PIB en promedio. Entre tanto, a nivel de la subregión centroamericana la situación fiscal de los países es heterogénea, siendo que los ratios de deuda externa van desde 11,8% en Guatemala hasta 36,5% en El Salvador”, responde.

Navarrete refiere que, hasta el último trimestre de 2022, la composición de la deuda por país (interna más externa) representaba 82,4% del producto interno bruto (PIB) de Costa Rica, 79,7% para El Salvador, 67,5% para Nicaragua, 60% para República Dominicana, 49,9% para Honduras y 28,4% para Guatemala.

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EVOLUCIÓN FAVORABLE DE LAS FINANZAS

Por su parte Hugo Beteta, director de la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en México, indica que el saldo de la deuda total del sector público de los países de CARD totalizó US$227.646 millones al tercer trimestre de 2022, cifra que representa un incremento nominal de 6,2% con respecto al mismo trimestre de 2021, sin embargo, en términos del PIB, mostró una reducción equivalente a 2,2 puntos porcentuales.

“Aunque se contrató nueva deuda para hacer frente a los requerimientos financieros del Estado, el aumento de la actividad económica favoreció su comparación con el PIB”, indica. En términos de puntos porcentuales (pp) del PIB, el único país que experimentó un incremento fue Panamá (0,9 pp). En el resto de los países de CARD, asegura que bajó la deuda como porcentaje del PIB. En la República Dominicana descendió 3,7 pp, en Honduras 3,2 pp, en Costa Rica 2,8 pp, en Nicaragua 2,4 pp, en El Salvador 1,3 pp y en Guatemala 0,4 pp.

Beteta refiere que a ese comportamiento contribuye el hecho que las finanzas públicas y el endeudamiento de la sub región CARD mostró una evolución favorable en 2022, a pesar del complejo contexto económico nacional e internacional.

Esta evolución en CARD –explica– fue resultado de un incremento de 0,7 puntos porcentuales del PIB en los ingresos totales y de una disminución de 0,6 puntos porcentuales del PIB en los gastos totales.

“Este desempeño se debió, principalmente, a la recuperación de la actividad económica y, en algunos casos, a mayores esfuerzos de recaudación”, explica Beteta.

El Salvador registró los mayores ingresos totales en términos del PIB, equivalentes a 17,5% y Panamá, los menores (7,5%).

Por su parte, los gastos totales disminuyeron de 14,2% del PIB en los tres primeros trimestres de 2021 a 13,6% del PIB en el mismo periodo de 2022. Guatemala reportó los menores egresos como porcentaje del PIB (10,1%), mientras que El Salvador tuvo los mayores gastos (17,9% del PIB).

“La reducción del gasto total se vinculó principalmente con la disminución de los gastos relacionados con la pandemia por COVID-19. Sin embargo, fueron importantes los estímulos fiscales (subsidios y transferencias) para disminuir el impacto negativo del incremento de los precios de los combustibles y de los alimentos”, apunta Beteta.

El director de la sede subregional CEPAL en México lamentó sin embargo que esto ha reducido el espacio para otros gastos prioritarios, especialmente los destinados a la inversión pública, lo que afectará el potencial de crecimiento de la economía en el mediano y el largo plazo.

Para 2023 espera que los presupuestos públicos en la mayoría de los países de CARD enfrenten una mayor presión, ya que se estima una desaceleración económica importante, que impactará, entre otras cosas, la recaudación del Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto al Valor Agregado, y que las tasas de interés nacionales y extranjeras se mantendrán en niveles altos.

“Un reto central de la política fiscal para los próximos años seguirá siendo mantener el gasto público pro crecimiento en un contexto de sostenibilidad fiscal”, plantea.

PRIORIDADES DEL BCIE

Por su parte Navarrete señala que la contratación de financiamiento externo de la subregión con el BCIE pasó de US$3.419,6 millones en 2010 a US$7.863,8 millones en 2022, un aumento de 130%. Los países con mayor cartera son El Salvador (US$2.292,7 millones). Nicaragua (US$1.855,8 millones) y Honduras (US$1.748,7 millones).

“Este desempeño es resultado de la estrategia BCIE por fortalecer su relevancia y posicionamiento como el principal proveedor de recursos multilaterales en la región centroamericana, promediando en este periodo cerca del 50% del total de desembolsos anuales”, explica.

El sector con mayor participación dentro de la cartera es infraestructura productiva (30,2% del total), le siguen desarrollo humano e infraestructura social (27,1%) y energía (16,7%), entre otros sectores.

La contratación de financiamiento externo, dice, tiene un potencial apalancador para el crecimiento económico y el desarrollo social, cuando éste es gestionado de manera prudente y responsable.

“Existen proyectos que son necesarios para continuar impulsando el desarrollo de la región, tales como la construcción de carreteras, puertos, energía, agua y saneamiento. Facilitar recursos para este tipo de proyectos es y seguirá siendo de interés para entidades como el BCIE”, concluye el economista jefe de la entidad financiera regional.

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