Tras casi siete horas de audiencia de primera declaración, la jueza guatemalteca, Silvia de León, ordenó procesar a Sammy Morales y José Manuel Morales, hermano e hijo del presidente Jimmy Morales, respectivamente.
Ambos están bajo arresto por el delito de fraude y estarán en prisión preventiva mientras avanzan las investigaciones.
En un inicio la Fiscalía también había imputado cargos por lavado de dinero pero la juzgadora consideró 'falta de mérito'.
'El imperio de la Ley debe prevalecer sobre todas las cosas', señaló el mandatario en su cuenta de Twitter. Posteriormente, en breves declaraciones a periodistas, manifestó 'respaldo total' a sus familiares.
Desayunos fantasmas
Un contrato de desayunos para 564 personas por unos 12.000 dólares, pagado por el Registro de la Propiedad sin que se concretara, es parte de la investigación sobre la creación de plazas fantasmas destapada el pasado 1 de setiembre con la detención de la exdirectora del registro, Anabella de León.
Días después de la captura de la exfuncionaria, el presidente Morales anunció mediante un video en sus redes sociales que sus familiares habían rendido su declaración por haber sido salpicados en el caso.
Aldana dijo durante una conferencia de prensa que los familiares del presidente enfrentan cargos por facilitar facturas para simular la compra. En la jornada también fue detenido Mario Orellana, vinculado a la empresa oferente a quien también se le ordenó cárcel preventiva por fraude.
La fiscal aclaró que el hijo y hermano del gobernante 'no obtuvieron utilidad económica' y que solo proporcionaron los documentos.
La investigación es apoyada por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente de Naciones Unidas clave para destapar varios escándalos de corrupción en el país.
Sammy es el más cercano de los tres hermanos del presidente debido a que durante más de 15 años coproducían el programa cómico de televisión 'Moralejas', con el que lo recuerda la mayoría de guatemaltecos.
La policía de Guatemala lo arrestó ayer, mientras José Manuel se entregó voluntariamente a la justicia, ambos vinculados a un caso de corrupción.
'Me siento tranquilo (...). No he cometido ningún delito', declaró Sammy Morales a periodistas al ser llevado al edificio de la Corte Suprema de Justicia, en la capital.