Por revistaeyn.com
El credential stuffing (o relleno de credenciales) es un tipo de ciberataque en el que los actores maliciosos utilizan usuarios y contraseñas que hayan sido filtradas para iniciar sesión en cuentas y servicios distintos al que sufrió la filtración. El éxito de estos ataques se vale del hábito de reutilizar la misma contraseña para diferentes cuentas o servicios.
Entonces, si una contraseña se filtra, los atacantes solo deben probarla en otros sitios donde el usuario tenga cuenta ya que si hay coincidencia, acceden sin necesidad de vulnerar el sistema. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, analiza cómo es un ataque de credential stuffing, por qué son tan efectivos, cuáles pueden ser sus consecuencias y cómo evitarlos.
“Repetir contraseñas es como usar la misma llave para abrir la casa, automóvil, oficina y la caja fuerte. Prestar atención y gestionar las contraseñas correctamente es tan importante como cerrar la puerta de casa con llave”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
El inicio de un ataque de credential stuffing es la obtención por parte del cibercriminal de credenciales filtradas, las mismas son provocadas por casos de brechas información, de empresas y organizaciones importantes y reconocidas, que involucra la exposición de millones de datos. Con esa información sensible disponible, y mediante la utilización de bots o scripts automatizados, se realizan pruebas de esas contraseñas en diversos sitios, cuentas o servicios (como Netflix, Gmail, bancos, redes sociales, entre otras). Se llegan a probar miles de logins por minuto.
En caso de que se encuentre una coincidencia, se realiza el ingreso a las cuentas. Este acceso sería idéntico al del usuario legítimo, lo que dificulta su detección, ya que no hay una actividad sospechosa como pueden ser los intentos fallidos reiterados.
Para evitar un ataque de credential stuffing ESET comparte distintas acciones:
1. Fundamental es no reutilizar una misma contraseña en diferentes cuentas, plataformas y servicios.
2. Tener contraseñas robustas, seguras y únicas en cada una de las cuentas. Para ello, es muy útil un gestor de contraseñas, herramienta diseñada para almacenar credenciales de acceso y protegerlas mediante cifrado, y además contar con una funcionalidad dedicada a generar contraseñas complejas y robustas.
3. Activar el doble factor de autenticación en todas las cuentas y servicios que sea posible. El segundo factor es clave si una contraseña cae en las manos equivocadas, ya que el ciberatacante no podrá acceder sin él a las cuentas.
4. Verificar si las contraseñas o credenciales de acceso ya fueron filtradas en alguna brecha de datos, para cambiarlas de inmediato.