Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
Miles de estibadores se concentraron en la entrada de puertos de toda la costa este de Estados Unidos y el golfo de México para continuar con una huelga general que comienza a afianzarse.
La protesta arrancó ante la falta de acuerdo entre el sindicato International Longshoremen’s Association (ILA) y la patronal de navieros USMX (US Maritime Alliance) a la que piden una subida salarial y un acuerdo para frenar la automatización de su oficio, que amenaza sus puestos de trabajo.
"Exigimos un aumento salarial de US$5 por hora para cada uno de los seis años del nuevo contrato entre ILA-USMX. Además, queremos un acuerdo absolutamente hermético de que no habrá automatización o semiautomatización”, dijo el presidente del ILA, Harold Daggett, según recoge un comunicado del sindicato.
La USMX, por su parte, ha propuesto un incremento salarial superior al 50 % en un contrato de seis años. Ante la imposibilidad de llegar a un consenso, aproximadamente 45,000 estibadores de la costa este de Estados Unidos, desde Maine hasta Texas, han iniciado una huelga que afecta a 14 puertos, incluidos los cuatro principales del golfo de México.
Según Harold Daggett, presidente de la ILA, las negociaciones se venían desarrollando durante varios meses, hasta que en junio de 2024 se suspendieron, lo que llevó a la amenaza de huelga a partir del 1 de octubre de 2024. Las empresas con modelos de logística preventiva han podido crear estrategias para aprovisionar sus inventarios de productos no perecederos de cara a la temporada festiva. No obstante, los mayores impactos se prevén en productos perecederos, licores, muebles, ropa y artículos para el hogar.
Cabe destacar que muchos de los puertos afectados por la huelga son puntos de escala antes de que las mercancías lleguen a los puertos de la región centroamericana, lo que probablemente provocará retrasos en la llegada de productos que necesitan hacer escala en los puertos de la costa este de EE. UU.
El Freightos Baltic Index no ha mostrado aumentos significativos en los precios de los contenedores hasta el momento. Sin embargo, es demasiado pronto para evaluar el impacto real en los costos del transporte marítimo, ya que esto dependerá de la duración de la huelga y de cómo afecte el tiempo de tránsito, lo cual podría influir en la negociación de nuevos contratos de transporte.
Ricardo Ruiz, docente con permanencia de Ingeniería en Cadena de Suministro y Logística de la Universidad Fidélitas, apunta que el aumento inmediato en los costos de productos importados podría darse debido a un "efecto látigo" generado por la acumulación de inventarios de bienes provenientes de los puertos de la costa este de Estados Unidos.
¿Cómo está afectando la huelga a las cadenas de suministro globales y qué sectores de la economía regional y nacional son los más vulnerables a las interrupciones?
Ruiz señala que el impacto de la huelga en las cadenas de suministro globales dependerá en gran medida de su duración. En Estados Unidos, se estima que los inventarios actuales podrían cubrir hasta un mes de demanda, lo que evitaría una escasez inmediata para los consumidores.
"Sin embargo, si la huelga se prolonga, podría generar escasez tanto de bienes de consumo como de bienes industriales, lo que a su vez ocasionaría aumentos en los precios. Este incremento en los precios podría frenar la economía estadounidense y, aunque es prematuro hablar de una desaceleración económica, es crucial considerar el efecto que esto podría tener en la economía global", dice Ruiz.
En el caso de Costa Rica, las exportaciones hacia Estados Unidos representan aproximadamente el 42 % del total de las exportaciones nacionales. Al analizar las exportaciones hacia la costa este de EE. UU., se observa que el 28 % del total fue destinado al puerto de Texas, el 17 % a Minnesota y el 13 % al puerto de New Jersey, todos afectados por la huelga. Esto impactaría principalmente a productos perecederos como piña, banano, café, frutas congeladas y yuca, así como a instrumentos médicos, según datos de PROCOMER.
"A nivel regional, los sectores más vulnerables son aquellos relacionados con la exportación de productos como banano, café, algodón y azúcar, que podrían enfrentar retrasos y dificultades debido a las interrupciones en los puertos de la costa este de Estados Unidos", explica Ruiz.
¿De qué manera las empresas logísticas en Costa Rica y la región están adaptando sus operaciones para mitigar el impacto de los retrasos en los envíos provenientes de EE. UU.?
Ruiz señala que, dado que la huelga fue anunciada con antelación, las principales navieras han implementado medidas alternativas, como desviar sus rutas hacia puertos en México o Canadá. Sin embargo, el problema persiste para los barcos que ya están en ruta y no pueden cambiar su trayecto, lo que los obliga a esperar en los puertos afectados. En Costa Rica y otros países centroamericanos, los operadores logísticos deben evaluar rutas alternativas y considerar rutas no convencionales. Además, las empresas que no han aplicado principios de logística preventiva deberán replantear sus cadenas de suministro.
"El transporte aéreo podría beneficiarse de esta situación, ya que las empresas buscarán métodos alternativos para garantizar la llegada de sus productos. Un factor importante a tener en cuenta es que el Canal de Panamá ha normalizado sus operaciones, lo que permite una alternativa para que los buques descarguen en la costa oeste de EE. UU., aunque esto implica mayores costos de transporte terrestre para mover la mercancía hacia la costa este", indica el experto.
¿Cuál es el impacto de la huelga en los tiempos de tránsito de mercancías críticas y qué están haciendo los involucrados para contrarrestar?
El impacto de la huelga dependerá de su duración. Según Sea-Intelligence, si la huelga se extiende por dos semanas, los puertos podrían no recuperar su operatividad plena hasta 2025. En EE. UU., más de la mitad del volumen de contenedores que ingresan por los puertos afectados corresponde a minoristas. Ante la posibilidad de una huelga, y al no haber un acuerdo, muchas empresas ya han implementado planes de respaldo para gestionar sus inventarios, minimizando el impacto en la temporada de ventas de fin de año.
¿Qué consecuencias a largo plazo podría tener esta huelga, y cómo podría modificar los flujos de comercio y las decisiones de inversión?
Si no se llega a una solución en el corto plazo, es probable que se produzcan interrupciones en las cadenas de suministro de los minoristas en EE. UU., especialmente en productos provenientes de Europa. La escasez de estos productos podría generar un aumento en los precios, lo que afectaría negativamente la economía estadounidense.
"Aunque es prematuro hablar de una desaceleración económica, es crucial considerar las repercusiones que esto tendría en sus principales socios comerciales, quienes también podrían verse afectados por una desaceleración económica global", afirma Ruiz.
El impacto también se refleja en la caída del valor de las acciones de las navieras. Además, a nivel político, las elecciones en EE. UU. podrían verse influenciadas, ya que la administración de Biden ha mantenido una postura neutral, sin recurrir a medidas legales para reabrir los puertos. Esto se debe en parte a las amenazas de los sindicatos de adoptar tácticas de "tortuguismo" en las descargas, lo que aumentaría los costos y reduciría la eficiencia operativa en los puertos.
Es fundamental considerar la percepción de los trabajadores hacia las tecnologías 4.0 y adoptar una estrategia proactiva en educación y formación técnica para enfrentarlas. De lo contrario, situaciones como la huelga en los puertos de EE. UU., que están teniendo un impacto significativo en la economía global, podrían repetirse en otros sectores.