Por Agencia EFE
El ministro de Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, anunció que el país suma desde 2019 un total de 700 días no consecutivos sin homicidios, recuento que ha sido cuestionado por la falta de información y la exclusión de ciertas muertes violentas en las cifras.
"Contabilizamos 700 días sin homicidios, un logro que refleja el esfuerzo coordinado desde un Estado de Derecho", publicó Villatoro en la red social X.
Agregó que "estos logros en materia de seguridad son también el resultado del sacrificio de nuestros héroes que dieron su vida en el cumplimiento del deber".
Organismos, como el Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH) de la Universidad Centroamericana (UCA), han cuestionado la veracidad de las cifras de homicidios del Gobierno de Bukele en más de una ocasión.
Para 2022, sostuvo que la cifra oficial de 7,8 homicidios por cada 100 mil habitantes "carece de veracidad", dado que no se cuentan las osamentas humanas localizadas ni las muertes de presuntos pandilleros ocurridas en enfrentamientos armados con la Policía.
RÉGIMEN DE EXCEPCIÓN
Otros hechos de violencia que no se cuentan entre los homicidios son la muerte de supuestos delincuentes a manos de ciudadanos, datos que en gobiernos anteriores sí se tomaban como homicidios.
El Gobierno de Bukele atribuye la caída en la cifra de homicidios a la suspensión de garantías constitucionales mediante un régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022 y que ha dejado más de 81.900 detenidos y más de 300 muertos en las cárceles.
Bukele tomó las riendas del país en junio de 2019, cuando los homicidios sumaban al menos tres años de reducciones consecutivas.
El Salvador venía de registrar en 2015 su año más mortífero con una tasa de unos 103 homicidios por cada 100.000 habitantes y que en 2018 llegó a 50,3, una caída que se acentuó con la llegada de Bukele a 36 en 2019.
En 2020 fue de 21,2, en 2021 de 18,1 y para 2022 se registró una drástica caída a 7,8, para 2023 fue de 2,4.
Los datos oficiales sobre la violencia están bajo secreto y se conocen puntualmente las cifras que el Gobierno o Bukele van divulgando en redes sociales.