Por estrategiaynegocios.net
La agencia de calificación Fitch, que rebajó la calificación crediticia máxima de Estados Unidos en agosto, advirtió sobre un posible cierre del gobierno después de que el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, fuera derrocado, pero dijo que no afectaría la calificación soberana de Estados Unidos porque eso ya capturaba la los problemas de gobernanza del país.
Un puñado de republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos derrocaron el martes al presidente republicano Kevin McCarthy, el último factor que generó preocupación en Wall Street sobre la gobernanza política de Estados Unidos después de un casi fracaso con un cierre parcial del gobierno federal y una crisis del techo de deuda más temprano este año.
"Dado el hecho de que el presidente de la Cámara de Representantes fue destituido justo después de que se acordara la continuación de la resolución, esperamos que la política arriesgada en torno a las negociaciones de financiación del gobierno siga siendo tensa y no se puede descartar un cierre a finales de este año", dijo Richard Francis, director senior de Fitch.
Pero añadió que un cierre no afectaría la calificación AA+ de Fitch en Estados Unidos, ya que el "deterioro de la gobernanza" del país ya era un factor clave detrás de la rebaja de un nivel del gobierno por parte de Fitch en agosto.
Las preocupaciones sobre la gobernanza política estadounidense, junto con las inquietudes sobre las tasas de interés más altas y la trayectoria fiscal estadounidense, contribuyeron a una venta masiva sostenida de bonos gubernamentales en los últimos días, reporta Reuters.
Fitch espera que el déficit del gobierno general aumente a más del 6 % del producto interno bruto este año desde el 3,7 % en 2022 y que la deuda aumente a casi el 120 % del PIB para 2025.
S&P Global, que también tiene una calificación AA+ para EE.UU., dijo la semana pasada que un cierre del gobierno afectaría la actividad económica pero que no era probable que tuviera un impacto en la calificación soberana.
Moody's, la última agencia importante que mantuvo una calificación triple A, advirtió que un cierre dañaría la situación crediticia del país, ya que pondría de relieve cómo la polarización política en Washington estaba debilitando la formulación de políticas fiscales.