Por revistaeyn.com
Un equipo de funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), dirigido por Ding Ding, realizó la consulta del Artículo IV de 2025 con las autoridades de Costa Rica entre el 18 y el 28 de febrero.
Al término de las discusiones, Ding declaró que Costa Rica es una de las economías de más rápido crecimiento del hemisferio occidental, con un notable éxito económico en los últimos años.
Agregó, que, aunque la deuda pública cayó por debajo del 60 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024, la tarea de reconstruir el espacio fiscal “aún no ha concluido”.
La razón de deuda cayó en parte debido a cierta reducción de los saldos de tesorería y las transferencias de saldos de caja por parte de entidades descentralizadas y autónomas a la Caja Única del Tesoro (que redujo las necesidades de financiación). Sin embargo, el superávit primario cayó en 2024 debido a factores temporales y a las lamentables reducciones del impuesto sobre la propiedad de los vehículos (marchamo) y de la base imponible de las corporaciones.
Se espera que la corrección de los factores temporales contribuya a que el saldo primario aumente hasta alrededor del 1,5 % del PIB este año. Un saldo primario más alto es esencial para reducir aún más la deuda, reducir los costes de los intereses y crear margen para gastos adicionales.
Aunque el gasto debería ser inferior al límite máximo permitido por la regla fiscal, el mayor saldo primario debería permitir algunos aumentos en áreas prioritarias como infraestructura, la red de cuido de niños y adultos (que contribuirá a impulsar la participación femenina en el mercado laboral) y las inversiones en formación de habilidades de los grupos vulnerables (que ayudará a reducir la dependencia de la asistencia social).
REFORMAS FISCALES
Las reformas fiscales podrían mejorar la equidad y la eficiencia del sistema y, al mismo tiempo, recaudar recursos para reducir la deuda y aumentar algunos gastos. Sin embargo, los legisladores no han visto favorablemente los proyectos de ley presentados en los últimos cinco años para aumentar los ingresos, que también habrían incrementado la progresividad y reforzado el dinamismo de los ingresos.
Ding apuntó que el crecimiento promedio del PIB ha sido superior al 5 % desde 2021, superando a sus pares regionales y contribuyendo a reducir la pobreza y el desempleo. Durante el mismo período, la deuda pública se redujo unos notables 8 puntos porcentuales del PIB, hasta situarse por debajo del 60 % del PIB.
“Estos éxitos son el fruto de buenas políticas macroeconómicas, reformas de amplio alcance en el contexto de la adhesión a la OCDE, dos programas apoyados por el FMI completados con éxito y un enfoque estratégico en las exportaciones y la diversificación económica. Se prevé que el crecimiento se mantenga en torno al 4 % en 2025”, dijo.
La inflación está mostrando signos alentadores en su retorno hacia el objetivo de inflación, tras la decisiva relajación de la política monetaria por parte del BCCR. Tras haber estado cercana a cero desde mediados de 2024, la inflación general ha empezado a subir y se prevé que alcance el rango de tolerancia del BCCR a mediados de 2025 y el objetivo del 3 % en el plazo de un año.
Sin embargo, la inflación subyacente sigue siendo reducida y existen riesgos a la baja, derivados principalmente de la consolidación de las expectativas de inflación inferiores a la meta. Los riesgos al alza podrían derivarse de posibles incrementos de los precios de las materias primas o de perturbaciones del lado de la oferta.