Por revistaeyn.com
El sector privado de Honduras enfrenta dos desafíos en la actualidad: el cierre de negocios debido a las bajas ventas y los altos costos de producción; y por otro, el traslado de compañías formales hacia la informalidad.
De hecho, una investigación del diario La Prensa de Honduras indica que más de 1.000 empresas formales han cerrado, aunque pueden ser más. Ya que algunas compañías notifican su cierre al Servicio de Administración de Rentas (SAR), pero otras omiten este proceso.
Javier Pineda, presidente de la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria de Honduras (Anmpih), advirtió que la cifra real de cierres es mucho mayor y que miles de negocios operan en la informalidad sin que exista un registro oficial. “Están abandonando sus locales, incluso en centros comerciales, y comienzan a vender desde sus casas, en línea o en oficinas. Declaran cierre, pero en realidad cambian de modalidad”, dijo al medio hondureño.
Datos del SAR indican que en 2022 se registró el cierre de 352 empresas, en 2023 fueron 562, en 2024 un total de 277 y hasta junio de 2025, unas 58. En junio de 2024 ingresaron 27 solicitudes de cierre.
En Tegucigalpa y San Pedro Sula se reporta el mayor número de cierres, principalmente de pequeños y medianos contribuyentes.
En la actualidad. De las 58 empresas cerradas en 2025, 30 corresponden al departamento de Francisco Morazán y 12 a Cortés. Según el listado, 20 pertenecen al rubro de actividades financieras y de seguros, y seis al comercio al por mayor y menor, así como a la reparación de vehículos automotores y motocicletas.
INCENTIVO PARA EVITAR CIERRE DE EMPRESAS EN HONDURAS
Ante esta situación, la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) presentó al Congreso Nacional una propuesta de amnistía tributaria aduanera para micro y pequeñas empresas, al considerar que la pandemia, las tormentas y el aumento de las tasas bancarias impidieron su recuperación. También insiste en la creación de una ley que permita el empleo temporal.
Alejandro Kaffati, oficial de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), señaló que siete de cada diez hondureños ocupados lo hacen en la informalidad. “La informalidad no solo genera competencia desleal, también provoca precariedad laboral. Ningún país en el mundo ha logrado desarrollarse con niveles tan altos de informalidad”, afirmó.