Por Pablo Balcáceres - Estrategia & Negocios desde Miami, EEUU
En el Council of the Americas Symposium 2025, las centroamericanas Corporación Multi Inversiones y Castillo Hermanos compartieron cómo preservan su dinamismo empresarial, con el respaldo de su historia centenaria.
Ambos grupos empresariales familiares han escalado para convertirse en abanderados de Guatemala y Centroamérica. Y se encuentran en plena expansión en Estados Unidos: CMI adquirió el año pasado a Del Real Foods; mientras que Castillo Hermanos suscribió este año un acuerdo de compra por Harvest Hill Beverage Company.
Durante una conversación, Juan José Gutiérrez, líder de la división Alimentos, relató que de 105 años de vida de CMI, la tercera generación lleva 50 años en la dirección. Su incorporación fue trágica, pues perdieron a sus padres en un accidente de aviación en 1974. En su caso, tenía 16 años de edad.
Para el grupo se avecina un cambio generacional. Gutiérrez identifica que el éxito de la continuidad de la compañía pasa por trabajar en el crecimiento de la misma.
“Cuando la empresa no crece a la velocidad que crece la familia es donde empiezan los problemas. La generación nuestra (tercera) es de 10, la que viene (cuarta) es de 34 y la quinta es ya de más de 60 personas. Entonces, si la empresa no crece a la velocidad que crece la familia, cada generación va teniendo una sensación de menor calidad de vida”, consideró.
Por esta razón, CMI se encuentra en plena ampliación de sus negocios, ya sea orgánica con la apertura de Pollo Campero en Estados Unidos; inorgánica, como la compra de Del Real Foods en el mercado norteamericano, y diversificando su capital.
Una visión que facilita la gestión de un grupo tan grande es definir como dueño de la empresa al fundador. “Los demás somos pasajeros, somos recipiendarios, somos quienes temporalmente tenemos que cuidar, fortalecer, engrandecer el negocio y prepararnos para en su momento lograr una sucesión colegiada”, manifestó el presidente de CMI Alimentos.
Por su parte, Felipe Bosch, quien lidera CMI Capital, destacó la relevancia que en los negocios familiares exista un “protocolo familiar” o “carta magna”, un acuerdo profesional de organización que describa los roles y le dé previsibilidad a la gestión familiar.
Hace dos años el grupo atravesó un punto de inflexión, ya que los miembros de la familia firmaron un “segundo gran acuerdo”. “En el 2023, en un abre y cierra de ojos, la cuarta generación estaba acá tocándonos las puertas y diciéndonos en qué momento se van a quitar ustedes de aquí, que vamos nosotros”.
Entre los asistentes se encontraba también el Chairman de la Junta Directiva del grupo empresarial, Juan Luis Bosch, a quien Felipe le agradeció por ser su mentor y quien pasó la estafeta para asumir el liderazgo de la división Capital del grupo.
Ahora, ambos líderes afirman que van a una transición tranquila y con un propósito claro, cuidando, más que nunca, la reputación.
CASTILLO HERAMANOS: VISIÓN Y TRANSICIÓN
La historia de Castillo Hermanos comenzó en 1886 con la fundación de Cervecería Centro Americana en Guatemala. De esos 139 años, el camino de Roberto Lara-su actual CEO- en la compañía abarca 22 años.
El empresario los resume tres aspectos comunes en las empresas del grupo: los colaboradores como familia, generar valor compartido con sus socios de negocios y visión de largo plazo.

En esta visión de los trabajadores como familia no se reduce a una aproximación benefactora, sino que comparte una visión común. “Al ser parte de la familia, obviamente los cuidamos, pero también establecemos estándares altos, como lo haríamos con nuestros familiares”.
Castillo Hermanos trasciende además por considerar que un negocio exitoso genera valor compartido para sus aliados: trabajadores, proveedores, clientes y comunidades.
“El tercer aspecto es que nunca sacrificaron el éxito a largo plazo de la empresa para lograr resultados a corto plazo. Y esto también es clave. En 139 años, la empresa ha superado varias crisis: depresiones, guerras y más de una pandemia”, señaló Lara.
Castillo Hermanos procura ser muy cuidadoso con la contratación de deudas, ya que puede volverse un factor complejo de abordar en tiempos de conmoción.
“La empresa nunca ha creído en el endeudamiento a largo plazo porque, obviamente, cuando uno enfrenta una crisis y tiene apalancamiento, se vuelve muy difícil no solo afrontarla, sino también aprovechar las oportunidades que ofrece”, compartió ante la audiencia.
Lara, durante el panel "Legado y liderazgo: un siglo de excelencia latinoamericana", expresó que en tiempos de constantes cambios los valores adquieren una relevancia crítica: “Manténganse fieles a los valores fundamentales que los trajeron hasta aquí y adopten aquellos que los guiarán a los próximos 100 años, pase lo que pase. No es fácil, pero el camino está claro”.
El COA reunió a una audiencia de unos 500 líderes corporativos de la región, en Miami, Florida. Posterior al simposio, CMI recibió el BRAVO Business Award en la categoría de Legado Corporativo.