Por revistaeyn.com
La transformación operativa de los puertos salvadoreños comienza a notarse en cifras. La Unión Portuaria del Pacífico (UPDP) reportó que la caída casi total de las filas de embarcaciones en espera para atracar en el Puerto de Acajutla ha permitido un ahorro estimado en US$200 millones durante el último año, tanto para las empresas importadoras y exportadoras como para los consumidores finales.
Cuando la UPDP tomó el control de la operación, la escena era alarmante: hasta 25 naves permanecían fondeadas durante semanas debido a complicaciones logísticas que extendían los despachos hasta por un mes. Luis Canto, gerente general de la entidad, reconoce que los primeros meses fueron “sumamente complicados”, pues el sistema no respondía como se esperaba.
Pero la situación dio un giro radical: hoy solo un barco permanece a la espera, no por atrasos del puerto, sino por falta de espacio del receptor de la carga.
El alivio económico es considerable. Canto detalla que mantener un barco sin descargar o cargar mercancía implica un costo diario superior a los US$30,000. Esos retrasos podían representar un sobrecargo de US$1 millón por embarcación. “Ese gasto desapareció. Solo este año calculamos que hemos evitado más de US$200 millones en costos innecesarios”, afirmó. A su juicio, esta eficiencia ha ayudado a contener precios y a sostener una inflación baja en el país.
La primera fase del plan de modernización —con una inversión de US$52 millones— incluyó la compra de equipo especializado, 40 camiones para el transporte interno y procesos de capacitación. El resultado: un incremento del 50 % en la productividad de contenedores y un 30 % en carga general. El desempeño ha despertado el interés de empresarios guatemaltecos, quienes ahora están utilizando Acajutla como alternativa ante los severos atrasos de Puerto Quetzal, donde hasta 40 barcos pueden esperar hasta tres meses para ser atendidos.
Canto citó ejemplos concretos: una cervecera guatemalteca está movilizando su malta a través de Acajutla para luego llevarla a Guatemala; y empresas como Galvanissa y Dollarcity han reducido significativamente sus tiempos logísticos. En el caso de esta última, el traslado de mercancías desde China pasó de 80 a 40 días en el primer trimestre del año.
EMPRESAS SE INTERESAN POR REACTIVAR PUERTO DE LA UNIÓN
Pero las mejoras no se limitan a Acajutla. El Puerto de La Unión también comienza a cobrar protagonismo. Según la UPDP, cinco conglomerados empresariales analizan trasladar operaciones hacia esta terminal, que este año ya registró más de 70 escalas de buques automotrices.
Con nuevos incentivos, parte del flujo de vehículos que antes llegaba por Acajutla está siendo redirigido hacia La Unión, convirtiéndolo en un punto clave de distribución regional.
La UPDP también confirmó que entregará esta semana a CEPA un estudio sobre corrientes marinas, insumo esencial para definir un plan sostenible de dragado que permita enfrentar la fuerte sedimentación que históricamente ha limitado el funcionamiento del puerto.
Con información de Diario El Mundo