Por revistaeyn.com
A partir de este día (18 de junio de 2025), queda formalizada la integración de las aduanas de La Ermita (Guatemala) y Anguiatú (El Salvador), como parte del “Proceso de Integración Profunda” que arrancó en 2014 y que en 2017 unió las aduanas de Guatemala y Honduras.
El jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), Werner Ovalle, confirmó la fecha y adelantó que, tras la firma, la aduana Pedro de Alvarado también se sumará al esquema unificado.
Por su parte, María Luisa Hayem, ministra de Economía de El Salvador, destacó que “esta integración beneficiará a muchos actores, entre ellos exportadores, importadores, empresas de logística, a los consumidores (...) permitiendo que las mercancías circulen de una manera más rápida y se reduzcan los costos en las operaciones de comercio".
Para el territorio salvadoreño, Guatemala es el principal socio comercial de Centroamérica y el segundo del total de exportaciones realizadas en 2024, superado solo por Estados Unidos.
Desde el 6 de mayo se ejecutó un plan piloto en ambas instalaciones aduaneras y migratorias, con el personal de Guatemala y El Salvador trabajando bajo un mismo techo. Esa fase de prueba permitió ajustar procesos y validar sistemas antes del arranque oficial.
Las aduanas integradas son parte de la unión aduanera entre El Salvador con Guatemala y Honduras. El primer puesto que inició operaciones fue El Amatillo con Honduras, en diciembre de 2023.
La SAT describió que de las ventajas del proyecto sobresalen operar en un Puesto Fronterizo Integrado con horarios continuos 24/7, disminuir la congestión vehicular y los tiempos de despacho, simplificar y coordinar trámites aduaneros y migratorios en un solo control y reducir costos logísticos gracias a procesos estandarizados.
Para Amador Carballido, director general de Agexport, este avance “multiplica los beneficios” vistos con la unión Guatemala‑Honduras: menos retrasos, más volumen de comercio y mayor eficiencia en las rutas. “Esperamos que el resto de los países de la región emule esta decisión”, añadió, subrayando la importancia de extender este modelo al Triángulo Norte.
Tras la firma del acuerdo, el reto será coordinar la incorporación de nuevos enclaves fronterizos y mantener el compromiso de digitalizar completamente las declaraciones y el intercambio de datos entre ambas administraciones aduaneras.
De este modo, se consolidará una ruta comercial más fluida y segura que beneficie a la población y al sector privado de Guatemala y El Salvador.
Según el Banco Central de Reserva (BCR), Guatemala demandó más de US$1,301.69 millones en bienes salvadoreños en 2024, que significó un 20 % del total exportado por las empresas. En importaciones, en tanto, es el tercer proveedor más importante con US$1,541.5 millones, un 9.7 % de participación.
Con información de La Hora.GT / Diario El Mundo