Por: Pablo Balcáceres y Norma Lezcano - Estrategia & Negocios
De momento, la IA comienza a llegar a las empresas, aunque más como una compañera esporádica para los talentos, según el estudio Líderes en Potencial Humano: las Empresas Preferidas por el Talento en Centroamérica 2024.
En la encuesta de E&N, al preguntar a las audiencias específicamente sobre qué tanto han usado la IA en el trabajo -nunca, casi nunca, en ocasiones, con frecuencia y siempre- destaca que un 27% afirma utilizarla ya sea “con frecuencia o siempre”.
Así, poco menos de un tercio de los centroamericanos incorporaron a la IA en su flujo de trabajo. Llama la atención que un 36,9% se califican como usuarios ocasionales de este tipo de aplicaciones; y un 36,25% prácticamente no la tiene incorporada en sus quehaceres.
Por otro lado, hay una amplia aceptación de la IA como una herramienta para facilitar las labores, muy por encima de quienes la ven como una tecnología amenazadora para sus propios puestos de trabajo.
El 62,6% de los encuestados no perciben amenazas de la IA para sus cargos o su profesión. En este aspecto, la proporción de los talentos gerenciales es especialmente alta, con un 71,6% que rechaza esta idea negativa.
Estas gerencias tienden a ver ampliamente a la IA como una herramienta que facilitará su trabajo, pues un 85,4% estuvo “de acuerdo” o “muy de acuerdo” con esa afirmación.
Además, la idea de que esta tecnología facilita el trabajo se encuentra presente en un 76,6% de encuestados a escala regional. El grupo de menores a 35 años también tiene una alta tasa de aprobación, aunque menor que el promedio, por el orden del 72,6%.
María Obispo, Global People & Culture Lead de LLYC, prefiere enfocarse en los beneficios de la Inteligencia Artificial, tales como la automatización de las tareas repetitivas, que permiten a los empleados enfocarse en funciones más estratégicas y creativas.
“Está cambiando cómo se analizan los datos y se toman decisiones, agilizando procesos y mejorando la eficiencia. Sin embargo, también plantea desafíos relacionados con la gestión del cambio y la necesidad de reskilling”, sopesa la especialista de LLYC.
El tiempo de adopción de la IA
Jorge Pérez Izquierdo, CEO de ARCH LATAM, contextualiza el sentido de implementar o no la IA. “El gran tema de la tecnología es dar el primer paso y perder el miedo. Cuando uno comprueba que puede ahorrar hasta el 30% del tiempo invertido en un proceso, dice: buenísimo, le demos para adelante”, apunta.
El proceso de masificación de la tecnología no es nuevo, siempre ha existido. La diferencia radica en la velocidad del cambio y de la adopción.
“Es tan rápido el cambio que no nos da tiempo de aprender lo que está ahorita porque ya salió lo siguiente. Eso es, quizá, lo que genera la ansiedad o el temor”, reflexiona Pérez Izquierdo.

Y sí, la tecnología tendrá un impacto en desafiar ciertos perfiles de trabajo y generará otros. Para el CEO de ARCH_LATAM, los oficios más transaccionales podrían perder terreno ante la IA. “Una cajera o cajero del supermercado, por ejemplo. Esa es una posición de transacción de datos. Tú tienes un precio en un producto, lo tienes que pasar, lo escaneas o lo pones en la computadora para saber cuánto cuesta, es una transacción de datos. Lo mismo que los contadores, cuando bajan sus legajos, que capturan las pólizas contables. Todo eso una máquina lo va a poder hacer mucho más rápido y de forma más eficiente”, desarrolla.
¿En cuánto tiempo la IA_será la normalidad? Elizabeth Nejamen, socia de Expansión de Working Minds Consulting, estima que actualmente se vive en una etapa de transición que durará, como mínimo, unos dos años.
“No es que estamos en la cola, pero sí en un proceso lento porque se requiere inversión y cambios de mentalidad, de estructuras, de procesos y de organizaciones. Estamos en una transición que nos puede llevar un par de años más, hablando de manera general. Obviamente, habrá empresas con tiempos más acelerados y otras más rezagadas”, anticipa,
Por su lado, Mendoza, de Deloitte, plantea que para las empresas centradas en el cliente, incorporar la IA se sentirá como un proceso muy fluido.
“Las empresas que están siempre interesadas en innov.ar y dar satisfacción a sus consumidores, naturalmente van a tener que ir a topar a la Inteligencia Artificial para optimizar su oferta de productos atractivos y hacerlos más personalizados; sus mismos clientes ya se los están exigiendo”, concluye