Por revistaeyn.com
Fitch Ratings ha rebajado su perspectiva para 2025 para el sector de restaurantes de Estados Unidos a Deteriorado desde Neutral. Este cambio refleja el impacto esperado del debilitamiento de la confianza de los consumidores en el gasto discrecional y las renovadas presiones inflacionistas en la rentabilidad del sector.
Se espera que el debilitamiento de la confianza de los consumidores reduzca aún más el gasto discrecional a lo largo de 2025, ya que las presiones inflacionarias persistentes sobre la renta disponible y los aranceles exacerban la inflación de los alimentos.
Fitch proyecta que los gastos de Food-Away-Away-Home en Estados Unidos podrían experimentar una disminución de un solo dígito, frente a las expectativas anteriores de un crecimiento plano a ligeramente positivo. Se prevé que el tráfico disminuya en un porcentaje de un solo dígito, mientras que se espera que el ticket medio se mantenga estable.
Fitch destacó recientemente que las deportaciones masivas y los cambios en las políticas de inmigración de EE. UU. podrían restringir la oferta de mano de obra nacional en ciertos sectores y regiones, incluidos los restaurantes.
La combinación de una mayor inflación de los costos de los alimentos y la mano de obra podría conducir a precios más altos en el menú, lo que podría influir en las decisiones gastronómicas de los consumidores y afectar las ventas en el mismo restaurante. Se espera que el volumen de restaurantes de servicio rápido (QSR) supere a los restaurantes de servicio completo, ya que los consumidores buscan ofertas de valor.
Los aranceles más altos sobre los ingredientes importados y los salarios más altos amenazan la rentabilidad de los restaurantes estadounidenses.
Los alimentos y la mano de obra representan aproximadamente un tercio de los costos de los restaurantes, por lo que las presiones inflacionarias simultáneas, junto con el debilitamiento del crecimiento económico y la desaceleración del gasto discrecional de los consumidores, representan un riesgo significativo para el sector. Esta situación podría provocar dificultades significativas para algunos operadores, en particular aquellos con balances a pequeña escala o apalancados.
El impacto final del arancel dependerá de la exposición de la cesta de alimentos y de la composición de la fuerza laboral. Sin embargo, los operadores en el segmento de servicio completo, particularmente aquellos que están altamente apalancados, pueden estar en mayor riesgo, ya que los consumidores cambian a alternativas de servicio limitado o cenan más en casa.
El poder de fijación de precios podría ser limitado, ya que los consumidores ya están luchando contra la fatiga inflacionaria. Además, la naturaleza altamente competitiva del sector podría dificultar el aumento de los precios del menú sin afectar negativamente a los volúmenes y, potencialmente, a la cuota de mercado.