Por revistaeyn.com
En el terreno de las entrevistas de trabajo, no existen preguntas “sencillas”. Así lo sostiene Madeline Mann, creadora de la firma de asesoría profesional Self Made Millennial, quien afirma que incluso los planteamientos que parecen inofensivos suelen causar más tropiezos de los previstos. Uno de los mejores ejemplos es la clásica frase: “Cuéntame sobre ti”.
Aunque esta invitación pretende servir como un gesto inicial para romper la tensión, Mann explica que suele convertirse en el mayor reto para los aspirantes porque abre un abanico enorme de posibles respuestas.
Muchos candidatos, señala, se desvían hacia asuntos personales, pasatiempos o datos que no aportan valor directo. Y, sin embargo, la respuesta a esta pregunta puede marcar la pauta del resto de la conversación con el reclutador.
Autora del libro Reverse the Search: How to Turn Job Seeking into Job Shopping, Mann recomienda a los postulantes mantener su contestación enfocada en lo esencial y en lo que realmente aporta al puesto buscado. Para lograrlo, propone una estrategia de tres fases que, según afirma, “funciona de manera impecable” cuando se aplica correctamente.
El primer paso consiste en abrir con una frase breve que conecte de inmediato la trayectoria del candidato con las necesidades del cargo ofrecido. La idea es hacer coincidir la propia experiencia con los requisitos descritos en la oferta laboral. En posiciones contables, por ejemplo, basta con una afirmación directa del tipo: “He trabajado como contador durante los últimos cinco años en empresas en etapa de crecimiento”.
Incluir términos clave del anuncio, explica Mann, puede generar una reacción positiva en el entrevistador, quien inconscientemente reconocerá que el perfil encaja.
DESTACAR LOGROS
El segundo componente de la fórmula es destacar algunos logros profesionales, de preferencia medibles, que aporten evidencia del desempeño. Mann recomienda mencionarlos sin extenderse demasiado, siempre asegurando que tengan relación inmediata con la vacante.
Un aspirante podría compartir algo como: “En mi último cargo lideré el equipo de contabilidad y lo amplié de una persona a cuatro; en una empresa previa conseguí reducir los gastos operativos en un 20%”.
Incluso cuando los empleos anteriores no están directamente vinculados al nuevo rol, la especialista aconseja subrayar los puntos en común. Así, un exasistente ejecutivo interesado en un puesto financiero podría enfatizar su experiencia gestionando presupuestos junto a la dirección.
El cierre es decisivo: debe iniciar con un “Y la razón por la que me entusiasma esta oportunidad es...” y completar con la motivación real que convierte esa vacante en el siguiente paso lógico en la carrera del candidato. Esta conclusión, afirma Mann, ayuda a evitar divagaciones y redondea la presentación.
Al terminar, el entrevistador sabrá con claridad cómo se ajusta la trayectoria del postulante y por qué desea sumarse a la organización.
Con información de CNBC