Por revistaeyn.com
La creciente longevidad de la población mundial está transformando profundamente las dinámicas laborales y económicas. Según el Foro Económico Mundial, se proyecta que para 2050 habrá más de 2.100 millones de personas mayores de 60 años, casi el doble que en la actualidad. Este fenómeno, impulsado por una mayor esperanza de vida y menores tasas de natalidad, plantea desafíos significativos para las empresas y los sistemas de bienestar social.
Una fuerza laboral que envejece pone a prueba los sistemas de jubilación y de salud. La combinación de una población mayor y una menor entrada de jóvenes al mercado laboral podría afectar el crecimiento económico y la sostenibilidad de los sistemas de pensiones.
Además, se espera que muchas personas vivan con enfermedades crónicas durante una parte significativa de sus vidas, lo que incrementa la demanda de servicios de salud y cuidados a largo plazo, señala el Foro Económico Mundial.
Las empresas también enfrentan el reto de adaptar sus modelos de negocio y estrategias de recursos humanos para gestionar una fuerza laboral diversa en edades. Según el 2025 Executive Outlook Study de Mercer, el 80 % de los ejecutivos considera que podrían hacer más para mitigar los riesgos asociados con una fuerza laboral que envejece.
Sin embargo, la longevidad también ofrece oportunidades. La "economía de la longevidad" está emergiendo como un sector clave, con un mercado que abarca desde la atención médica y los cuidados de enfermería hasta servicios relacionados con el estilo de vida y la tecnología.
Por ejemplo, en Japón, país con una de las poblaciones más envejecidas, se espera que el mercado de personas mayores crezca de 96 billones de yenes en 2023 a 115 billones en 2040. Este crecimiento está impulsado por la demanda de servicios de salud, cuidados y tecnología adaptada a las necesidades de los adultos mayores.
Las empresas pueden aprovechar este potencial mediante la innovación en productos y servicios dirigidos a este segmento de la población. Además, la implementación de tecnologías como la inteligencia artificial y la robótica en el cuidado de personas mayores está transformando el sector, mejorando la eficiencia y calidad de los servicios.
Para capitalizar las oportunidades de la economía de la longevidad, es esencial que las empresas adapten sus estrategias. Esto incluye ofrecer empleos flexibles y multigeneracionales, promover el aprendizaje continuo y fomentar un entorno laboral inclusivo. Asimismo, los gobiernos deben reformar los sistemas de pensiones y salud para garantizar su sostenibilidad y equidad.