Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
Moody’s Ratings elevó las calificaciones de emisor en moneda extranjera a largo plazo y senior no garantizadas del Gobierno de El Salvador a B3 desde Caa1. Las perspectivas se mantienen estables.
La mejora de las calificaciones a B3 refleja la opinión de que el perfil crediticio de la deuda soberana se ha beneficiado de las recientes operaciones de gestión de pasivos que han reducido significativamente las amortizaciones externas, lo que ha llevado a una disminución sustancial del riesgo de reembolso y ha aliviado las presiones de liquidez a corto y mediano plazo.
Además, esperan que las medidas de consolidación fiscal adoptadas por las autoridades respalden la sostenibilidad de la deuda, fortaleciendo aún más el perfil crediticio general.
El riesgo de reembolso a corto plazo “ha disminuido sustancialmente” y los vencimientos externos se mantendrán bajos hasta finales de 2029. El 16 de octubre, el gobierno salvadoreño recompró una parte de sus bonos globales a 2027, 2029, 2034, 2035, 2041, 2050 y 2052, gastando US$922 millones para recomprar US$1.030 millones en bonos de valor nominal y logrando un ahorro de US$109 millones.
“La calificación B3 refleja la fortaleza económica moderada de El Salvador, con mejores perspectivas de crecimiento e inversión como resultado de la mejora estructural en la situación de seguridad, y una fuerte mejora en la liquidez gubernamental que ha hecho que el soberano sea menos susceptible a los riesgos de eventos”, señala la agencia calificadora en su reporte.
Esto se equilibra con la débil asequibilidad de la deuda que limita la fortaleza fiscal y los desafíos para las instituciones y la solidez de la gobernanza, aunque el gobierno está construyendo un historial de formulación de políticas económicas más consistente mediante el nombramiento de tecnócratas en las instituciones económicas que han respaldado una fuerte mejora en la confianza de los inversores.
Las perspectivas estables equilibran los acontecimientos positivos, que incluyen una reducción de las necesidades anuales de financiamiento, la capacidad de acceder a los mercados internacionales de capital y la mejora de las perspectivas de inversión y crecimiento, frente a los continuos desafíos crediticios derivados de la baja asequibilidad de la deuda y el limitado espacio fiscal.
El gobierno de El Salvador anunció una nueva operación de gestión de pasivos el 12 de noviembre que se cerró el 18 de noviembre (con una liquidación final el 25 de noviembre).
La última operación fue financiada por la emisión de un bono global de US$1.000 millones, de los cuales US$243 millones se destinaron a la recompra de bonos en circulación y el resto a fines presupuestarios generales.
“Las últimas operaciones han reforzado el sentimiento favorable del mercado, ya que los precios de los bonos en toda la curva de rendimientos casi han convergido con el valor nominal y los diferenciales de los bonos soberanos han registrado una fuerte reducción, situándose en torno a los 500 puntos básicos, un nivel coherente con una capacidad de financiación suficiente para mantener bajo control los riesgos de liquidez. Además, como resultado de las operaciones de recompra, las amortizaciones de los bonos externos hasta 2029 son muy bajas y manejables”, dice Moody´s.