Por revistaeyn.com
El panorama del crédito en Panamá muestra señales de estabilidad al cierre de noviembre, según el balance de la plataforma APC Experian, que consolida las referencias financieras de personas naturales, contabiliza a 2,111,441 panameños y 304,801 extranjeros con algún tipo de obligación registrada, lo que suma un total de 2,416,242 individuos vinculados al sistema.
La deuda global acumulada asciende a US$42,557 millones. Dentro de esa cifra, unos US$1,324 millones se encuentran catalogados como Cuentas contra Reserva, una clasificación que refleja obligaciones que los agentes económicos ya han debido castigar utilizando fondos de respaldo.
Este componente representa el 3.11 % del total de la cartera. Excluyendo esas cuentas, la morosidad general del sistema se sitúa en 6.5 %, por debajo del 6.9 % reportado en el mismo mes del año anterior. La variación, equivalente a una reducción del 6 %, señala Giovanna Cardellicchio, gerente general de APC Experian.
Uno de los rubros más relevantes, el de hipotecas bancarias, registra un saldo pendiente de US$21,308 millones a noviembre repartidos en 340,787 préstamos, que en promedio rondan los US$62,500. La morosidad en este segmento llega al 4.8 %. Desde APC Experian anticipan un repunte del mercado inmobiliario a partir de enero de 2026, cuando comience a regir la nueva normativa de interés preferencial.
En contraste, el financiamiento para la compra de automóviles destaca por ser el más saludable del sistema. Con una morosidad de apenas 2.2 % sobre saldo a noviembre, este tipo de crédito totaliza US$2,287 millones distribuidos en 166,015 vehículos, para un monto promedio de US$13,780 por unidad, reporta APC Experian.
Este valor es 6 % superior al promedio observado hace un año, lo que sugiere un ajuste en los precios o en las condiciones de financiamiento.
Los créditos personales otorgados por la banca alcanzan un total de US$8,530 millones, asociados a 639,521 obligaciones y con una morosidad de 4.1 %. Sin embargo, el escenario cambia al observar a cooperativas y financieras: estas entidades reportan US$2,734 millones en préstamos personales, pero con un nivel de riesgo considerablemente mayor.
Su morosidad alcanza el 15.4 % sobre saldo, y el 39.2 % de sus obligaciones acumulan más de 60 días de atraso, frente al 3.9 % que registra la banca.
Las tarjetas de crédito bancarias siguen siendo la categoría más delicada, con un índice de morosidad de 8.7 %. Aun así, muestra una mejoría frente al 10 % registrado un año antes. Las deudas asociadas a estos productos suman US$2,933 millones, distribuidos en 865,113 plásticos activos.
En cuanto a la creación de nuevos préstamos, los bancos otorgaron en septiembre de este año 42,657 créditos, un incremento del 8 % respecto al mismo mes del año previo. Las cooperativas mostraron un crecimiento leve, de 1 %, mientras que las financieras fueron las que más avanzaron, con un aumento del 13 % en la apertura de nuevas operaciones.