Por estrategiaynegocios.net
Caffé Negroni atrapa al ojo por su decoración, su espacio relajado y rodeado de verdor y ambiente tranquilo al lado del río. Este restaurante abrió hace dos meses en Escazú, 300 metros al este del cruce de San Rafael, y ya es una sensación entre los amantes de la buena comida y la mixología de autor.
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El concepto fue ideado por dos socios, Danny Solano, con décadas de experiencia en restaurantes, y Leandro Aldaburu, con gran trayecto en el mundo gastronómico y con un largo camino recorrido en generar experiencias para los comensales en Costa Rica.
Ambos socios buscaron fusionar tanto la pasión y el conocimiento en mixología de Danny con la trayectoria gastronómica de Leandro, creando un homenaje a las cenas familiares de su infancia en Argentina, las cuales cocinaba con su abuelo Rómulo Andreucci, y donde la comida mediterránea era el centro que unía amigos y familia.

“Trabajamos con el corazón y tenemos una propuesta muy honrada y sincera. Queremos que la gente se sienta como en familia y pueda comer delicioso. Tenemos espacio de parqueo muy cómodo y una ubicación estratégica rodeada de naturaleza”, comentó Solano.
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El espacio fue hecho para albergar a unas 160 personas en su ocupación máxima y cuenta además con espacios privados para realizar reuniones de negocios y eventos como cumpleaños, baby showers, bodas y más.
“A la fecha hemos generado empleo para más de 40 personas y nuestro objetivo es enfocarnos en que nuestros colaboradores tengan un excelente ambiente laboral y buenos horarios, pues estamos convencidos de que esto se refleja en el buen trato al comensal que tenemos como política”, apuntó Solano.