Por Agencia EFE
El producto interior bruto (PIB) de China creció en el segundo trimestre un 1,1 % comparado con el anterior, según datos oficiales publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático.
Esto supone una leve ralentización frente al aumento del 1,2 % logrado entre enero y marzo, aunque supera los pronósticos de los analistas, que esperaban un frenazo más brusco hasta un 0,9 % intertrimestral.
En la comparación interanual, la segunda mayor economía del mundo registró una expansión del 5,2 % en el segundo trimestre, dato también inferior al del primero, cuando aumentó un 5,4 %.
No obstante, esa cifra también mejora lo anticipado por los expertos, que esperaban que frenase hasta un 5,1 %.
Las estimaciones preliminares divulgadas por la ONE apuntan que, a lo largo del primer semestre de 2025, el PIB chino creció un 5,3 % interanual, alcanzando unos 66,05 billones de yuanes (US$9,22 billones).
Por sectores, el primario creció un 3,7 % en ese período; el secundario, un 5,3 %, y el terciario, un 5,5 %.
La institución estadística celebró "la mejora sostenida" que experimentó la economía china "pese a los desafíos" que afrontó en la primera mitad del año.
"La economía nacional resistió a la presión" y demostró "una buena inercia" y "resistencia y vitalidad", apunta el documento, que atribuye el rendimiento positivo del primer semestre al efecto de "políticas macro más proactivas y efectivas".
"Sin embargo, debemos ser conscientes de que todavía hay muchos factores inestables e inciertos en el entorno exterior, de que la demanda efectiva a nivel nacional es insuficiente y de que los cimientos de la recuperación económica y las necesidades de crecimiento todavía están por consolidar", advierte la ONE.
GUERRA COMERCIAL
Si bien, como es habitual, el documento no hace mención directa a ello, uno de esos factores de inestabilidad exterior a los que alude es la guerra comercial con Estados Unidos: en abril, el presidente del país norteamericano, Donald Trump, inició una escalada arancelaria contra China que acabó convirtiéndose en un embargo comercial cruzado 'de facto' entre ambas potencias.
No obstante, a mediados de mayo Pekín y Washington acordaron una tregua comercial de 90 días durante la que redujeron sus respectivos aranceles en 115 puntos porcentuales, y en junio cerraron otro acuerdo marco que contempla la retirada de ciertas restricciones o la promesa, por parte de China, de facilitar la exportación de tierras raras, cuya venta al exterior quedó limitada en abril.
A la incertidumbre exterior se suman cuestiones a nivel nacional como la mencionada falta de demanda, así como una prolongada crisis inmobiliaria que parece no tocar fondo, la amenaza de la deflación o problemas de deuda en el seno de las administraciones locales y regionales.
De hecho, Zichun Huang, analista de la consultora británica Capital Economics, asegura que "las cifras probablemente todavía exageran la fuerza del crecimiento", y avanza que su estimación alternativa será sensiblemente inferior a la oficial, ya que apunta a un crecimiento del 3,9 % en abril y del 3,7 % en mayo.
En cualquier caso, la experta cree que los datos oficiales de crecimiento frenarán igualmente a lo largo de lo que queda de año a medida que se desinflen las exportaciones y que los vientos de cola de las medidas de apoyo fiscal "empiecen a desvanecerse".
"Las perspectivas económicas para el resto del año siguen siendo complicadas. Con los aranceles manteniéndose altos, la munición fiscal agotándose y los vientos en contra persistiendo, el crecimiento probablemente frenará aún más durante la segunda mitad" de 2025, advierte.
Louise Loo, de Oxford Economics, agrega que la fortaleza del primer semestre viene dada por la resistencia de las exportaciones, pero matiza que esto se ha logrado vía bajadas de precios, disparando las presiones deflacionistas hasta máximos desde la crisis de 2008.
La medición alternativa de Capital Economics sitúa su pronóstico de avance del PIB chino en 2025 en un 3,5 %, pero Huang cree también que la cifra publicada "será muy superior" ante "la presión política para cumplir con los objetivos anuales de crecimiento, aunque sea solo sobre el papel". El pronóstico de Oxford Economics es de un 4,7 %.
Cabe recordar que Pekín se fijó el pasado mes de marzo una meta de crecimiento de "en torno a un 5 %" por tercer año consecutivo en el marco de los esfuerzos del Gobierno por reavivar la recuperación económica.
La ONE también publicó otros datos oficiales de junio como la producción industrial (+6,8 % interanual), las ventas minoristas (+4,8 %) o la tasa oficial de desempleo en zonas urbanas, que se mantuvo en el 5 %.