Por revistaeyn.com
A un mes del inicio de la contienda electoral, la conversación en redes sobre los aspirantes a la Presidencia de Costa Rica se concentra en apenas seis perfiles, según el Informe #29 del Observatorio de Comunicación Digital (OCD) de la Universidad Latina, junto con Kantar IBOPE Media.
Los candidatos con mayor relevancia digital son Laura Fernández (PPSO), Álvaro Ramos (PLN) y Claudia Dobles (CAC); detrás aparecen Ariel Robles (FA), Natalia Díaz (UP) y Fabricio Alvarado (NR). Las publicaciones y reacciones en torno a estos nombres concentraron la atención pública, alternando apoyo y críticas que los mantienen en el centro del debate.
Cristian Bonilla, director del OCD, advierte que aparecer en plataformas digitales resulta decisivo para darse a conocer: quienes posterguen su activación en línea pagarán luego un costo mayor en publicidad para recuperar visibilidad. Esa dinámica, añade, ha moldeado la agenda política incluso antes del inicio oficial de la campaña.
El análisis muestra además un tono polarizado hacia el Ejecutivo. El presidente Rodrigo Chaves registra 42,1 % de comentarios positivos frente a 40,6 % negativos, mientras el gabinete ostenta apenas 23,7 % de aprobación y 54,5 % de críticas. Esos datos revelan un entorno digital vigilante y dividido.
Las instituciones públicas se convirtieron en núcleos de confrontación: la Fiscalía, el TSE, el Poder Judicial, la Asamblea y la Contraloría alimentaron la discusión online, con el OIJ obteniendo la valoración más favorable y la Fiscalía la peor.
Un capítulo preocupante del informe es la violencia digital contra mujeres en política. Claudia Dobles lidera ese fenómeno: concentra 65 % de menciones negativas y 39 % de interacciones catalogadas como violencia digital, vinculadas a críticas por el tren eléctrico y a su parentesco con el expresidente Carlos Alvarado.
El estudio analizó 186.344 menciones entre el 1 de junio y el 31 de agosto de 2025, y excluyó 11,5% de interacciones de cuentas falsas o automatizadas.
El estudio advierte que la focalización de la conversación en pocos candidatos puede condicionar la distribución de recursos y el diseño de mensajes durante la campaña; la visibilidad temprana se transforma en ventaja estratégica, mientras que la dispersión complica el ascenso de candidaturas emergentes.