Por revistaeyn.com
El gasto de los consumidores estadounidenses se mantuvo a principios de 2025, pero los signos de fatiga están aumentando, señala un reporte de Moody´s. Una combinación de debilitamiento del empleo y el aumento de los ingresos, aumentos de precios inducidos por los aranceles y una creciente incertidumbre sobre las políticas pesará sobre el apetito de los hogares por gastar durante el próximo año.
Del mismo modo, en Europa, los altos precios y la incertidumbre geopolítica pesarán sobre la confianza de los consumidores a corto plazo.
"Esperamos que los gastos reales de consumo personal (PCE) de EEUU se mantengan prácticamente planos en el tercer trimestre, desacelerándose tras años de fuerte crecimiento. La fortaleza duradera de los balances de muchos hogares ayudará a evitar un retroceso pronunciado en el gasto de los consumidores", señala Moody´s.
La desaceleración comenzaría a disminuir hacia finales de 2025, convirtiéndose en una recuperación superficial en 2026 a medida que el mercado laboral comience a estabilizarse y la confianza del consumidor comience a recuperarse.
El gasto discrecional en servicios, particularmente en categorías de alto costo, se está enfriando en medio de una creciente cautela de los consumidores. El crecimiento del gasto real en viajes aéreos ha disminuido drásticamente con respecto al año pasado.
Además, el gasto en alojamiento, incluidos hoteles y moteles, se ha contraído desde enero tanto en términos interanuales como mensuales, y abril marcó el cuarto descenso mensual consecutivo, señala el reporte.
Las ventas minoristas cayeron un 0,9 % en mayo, lastradas por los descensos en las ventas de automóviles y el gasto en las tiendas de materiales de construcción.
Por el contrario, el gasto en servicios de alimentos se estabilizó recientemente, lo que sugiere que los consumidores pueden estar optando por indulgencias más pequeñas en lugar de compras discrecionales más grandes.
MERCADO LABORAL
Sobre el mercado laboral de EEUU, este se está relajando gradualmente a medida que la economía se enfría, mientras que los cambios en la política federal están agregando presiones que pueden limitar aún más la creación de empleo hasta 2025, lo que a su vez probablemente resultará en un consumo debilitado. El promedio de horas semanales en el sector privado se mantiene por debajo de los niveles previos a la pandemia.
"Esperamos que la tasa de desempleo alcance el 4,5 % a finales de 2025, seguida de una estabilización en el primer semestre de 2026, frente al 4,1 % de finales de 2024", apunta el reporte.
En medio de la disminución de las tasas de contratación y renuncia, el crecimiento de los salarios ha seguido desacelerándose, lo que ha limitado el aumento de los ingresos reales y ha mantenido la cautela de los consumidores.
Los aranceles también están erosionando el poder adquisitivo de los consumidores, lo que aumenta la presión sobre los presupuestos de los hogares y pesa sobre su apetito por gastar. Sin embargo, los ingresos laborales han respaldado el gasto hasta la fecha.