Empresas & Management

Cuáles son 'los peores venenos' del liderazgo y la cultura laboral

Jacques Giraud, especialista en desarrollo organizacional, dice que cuando estos venenos se instalan en una organización, los equipos se desmotivan y sólo cumplen con lo justo.

2025-04-01

Por revistaeyn.com

Si le dieran una flecha envenenada, ¿perdería el tiempo examinando su diseño o buscando culpables? Según el budismo, esa no es la mejor estrategia para sobrevivir.

¿La solución? Jacques Giraud, especialista en desarrollo organizacional, master coach y mentor, dice que reconocer el veneno, evitar que se propague y buscar una manera de neutralizarlo. Una lección que, aunque milenaria, parece haber sido ignorada en demasiadas salas de reuniones corporativas.

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"En las organizaciones, al igual que en las personas, circulan “venenos” que no sólo enferman el alma, sino también la cultura laboral", apunta Giraud.

1. Ignorancia: Esa joya que hace creer que lo sabe todo, cuando en realidad no tiene ni idea. Según un informe de Gallup (2023), el 67 % de los empleados sienten que sus líderes no están adecuadamente capacitados para manejar los retos actuales.

2. Ira: El clásico berrinche de “¿cómo se atreven a no seguir mi idea?”. Es ese fuego que arde cuando el ego no obtiene la validación que pide a gritos. Según Harvard Business Review (2022), los equipos que experimentan altos niveles de conflicto reportan una caída de hasta el 40 % en la productividad.

3. Miedo: Es la reacción ante amenazas que muchas veces sólo existen en su cabeza. Si fuera un software, sería un antivirus que detecta peligros inexistentes y se bloquea a sí mismo. El Foro Económico Mundial señala que el miedo al cambio es una de las principales barreras para la innovación en el 73 % de las organizaciones.

4. Avaricia: El mantra de “hacer más, más y más” y no medir los procesos ni aprender de los resultados, es una distorsión de la gerencia moderna sin contraprestar el servicio con bonificaciones y salarios justos. Estudios de McKinsey muestran que empresas con culturas generosas tienen un 21 % más de probabilidades de retener talento clave.

5. Orgullo: Ese aliado que le hace pensar que pedir ayuda es un signo de debilidad. En las organizaciones se manifiesta como “yo lo hago mejor que cualquiera”.

6. Celos: En términos laborales, “¿por qué a ellos les dieron el proyecto estrella y a mí no?”. Los celos son una de las principales causas de renuncias silenciosas.

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"Cuando estos venenos se instalan en una organización, no necesitas a Sherlock Holmes para notar que los equipos se desmotivan y sólo cumplen con lo justo. O se presentan conflictos silenciosos que terminan en gritos, e incluso talentos que prefieren huir antes que quedarse en un entorno tóxico. ¿Y la productividad? Ahí, paralizada en un rincón, junto con las grandes ideas que nunca se atrevieron a salir", indica el experto.

¿Hay remedios caseros para estos venenos? No, lo que hay son decisiones conscientes:

-Humildad y apertura al aprendizaje. Aprender a decir “no sé” y “necesito ayuda” sin miedo. Vulnerabilidad no es lo mismo que debilidad.

-Dar un paso adelante, incluso si tiembla. El mundo real suele ser mucho más amable que sus peores fantasías. ¿Qué oportunidad está dejando pasar por miedo?

-Practicar el arte de compartir. Entender que el éxito colectivo es más poderoso que la acumulación individual puede ser revolucionario. En lugar de competir con los demás, celebrar sus logros y aprender de ellos. Es gratis y liberador.

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