Por revistaeyn.com
El panorama laboral rumbo a 2026 se vislumbra complejo y desigual. Mientras las grandes empresas acaparan titulares con recortes masivos cada pocas semanas, una tendencia menos visible pero más persistente está modificando la estructura del empleo: los despidos pequeños y continuos.
De acuerdo con un reciente informe de Glassdoor, los ceses de personal que afectan a menos de 50 trabajadores se han convertido en el tipo de despido más frecuente del año, representando más de la mitad de las notificaciones formales en 2025. Una década atrás, esos casos apenas constituían poco más de un tercio.
Este fenómeno, descrito por los analistas como el “despido perpetuo”, apunta a un escenario en el que las empresas prescinden de personal de manera estable y casi silenciosa, alimentando un clima de inquietud entre quienes conservan su puesto.
Aunque esta estrategia permite a las compañías evitar la exposición mediática de los recortes masivos, los investigadores advierten que el costo interno es elevado. La atmósfera laboral suele impregnarse de incertidumbre, temor y frustración.
Estudios previos muestran que, tras un despido, las percepciones negativas de los empleados pueden tardar más de dos años en volver a sus niveles anteriores. Y cuando se producen recortes consecutivos, el impacto emocional se duplica, especialmente entre talentos clave, mandos medios y personal recién incorporado.
La desconfianza hacia los altos cargos también va en aumento. Las evaluaciones de líderes senior en Glassdoor han caído de manera constante desde mediados de 2023, alejándose notablemente de los niveles observados durante la pandemia.
Los sectores más afectados por esta pérdida de confianza incluyen comunicación y medios, consultoría y tecnología, donde la disrupción generada por la inteligencia artificial y la presión por retomar ritmos laborales más intensos han deteriorado la relación entre trabajadores y directivos.
Además, conceptos como “desconexión”, “falta de alineación”, “hipocresía” y “mala comunicación” aparecen con mayor frecuencia en las reseñas de empleados desde 2024, reflejando un creciente malestar con la gestión corporativa.
No todo son malas noticias. Entre los profesionales con poca experiencia —aquellos con hasta cuatro años en el mercado laboral— se observa una tendencia alentadora: un repunte salarial que podría darles mayor capacidad económica en 2026. Aunque los recién graduados han enfrentado un panorama complicado debido al menor número de vacantes de nivel inicial, quienes logran incorporarse al mercado reciben remuneraciones más competitivas.
Con información de CNBC