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Universidades en Centroamérica: evolución en el modelo de enseñanza

Expertos insisten que el mundo necesita a personas capaces de cuestionar y dudar cuando la IA proponga respuestas rápidas y únicas.

2025-12-16

Por Claudia Contreras - Imágenes creadas con Google Gemini & Leonardo.AI

Similar a la estructura del árbol del conocimiento, la era de la inteligencia artificial (IA) empuja a reconfigurar el aprendizaje en las universidades desde cómo se enseña y cómo se aprende. Impulsa una evolución de estrategias cognitivas para la resolución de problemas, a explorar múltiples soluciones deforma estructurada, similar a las rutas de ramificación de un árbol. Todo esto desde habilidades humanas: la curiosidad, la empatía, el pensamiento crítico, la inconformidad y la búsqueda de mejora constante.

“Antes, se le pedía a un estudiante hacer una investigación con fuentes verificadas. Ahora puede hacer lo mismo en minutos con cualquier modelo gratis (de IA). La manera en la que se enseñaba hasta ahora tiene que cambiar para garantizar el aprendizaje de los estudiantes”, dice Alejandro Carbonell, Director de Innovación de la Fundación Ciudad del Saber.

Carbonell sugiere a profesores y universidades incorporar la IA como parte de sus modelos de enseñanza, fomentando discusiones en clase, y enseñando a los estudiantes sobre el uso ético de estas herramientas. Aconseja crear espacios para probar conocimientos en tiempo real: con “más utilización de casos realistas en vivo en donde la IA actúa como un posible cliente o proveedor”.

Universidades en Centroamérica: evolución en el modelo de enseñanza

Para Javier Argüello, fundador de COGx,una organización de investigación y desarrollo en el área de ciencias cognitivas, hay que repensar el aprendizaje desde la academia.

“Hemos anclado el sistema (de escolarización) a dos variables fijas: el tiempo y el rendimiento académico”. Argüello propone potenciar el conocimiento, que se guarda en la memoria de largo plazo, de los estudiantes.

“No basta con enseñar a los alumnos a ‘pensar críticamente’ en abstracto: debemos desarrollar su comprensión de temas específicos. Sin conocimiento, los estudiantes no pueden evaluar afirmaciones, ponderar evidencia ni resolver problemas de manera efectiva”, subrayó. En otras palabras, no es sólo almacenar hechos, conceptos y experiencias explícitas, sino interiorizar habilidades hasta que se vuelvan automáticas. “Sin un uso deliberado y repetido, estas estructuras no logran consolidarse. ¿El resultado? Un conocimiento frágil, fácil de olvidar y difícil de aplicar a nuevos problemas”.

¿Cómo proponer y dar respuestas en un mundo donde los modelos de lenguaje natural resuelven en segundos? Argüello subraya: “nuestra capacidad para evaluar, cuestionar y refinar las respuestas generadas por las máquinas depende de la profundidad de nuestros propios esquemas mentales”. De ahí que la educación superior debe preparar a las personas a pensar con y contra la IA.

Implica un cambio sistémico también para los docentes: favorecer la enseñanza con memoria intencional para el aprendizaje profundo. En este punto, Argüello no habla del aprendizaje memorístico, sino de que tanto docentes como alumnos “dominen técnicas de codificación, estrategias de recuperación”.

En su artículo: Inteligencia Artificial, ¿amenaza a la Inteligencia Humana?, recomienda incluir en el aprendizaje un tiempo de reflexión sin pantalla después de una tarea desafiante, o fomentar participación de tareas en clase sin dispositivos.

¿Invertir en largo plazo o certificaciones? “Las carreras de 4 o 5 años son cosas del pasado. El mundo va tan rápido que se necesita que las instituciones académicas evolucionen su modelo de enseñanza y de validación de lo aprendido”, agregó Carbonell.

Universidades en Centroamérica: evolución en el modelo de enseñanza

Desde Panamá, prefiere contratar a una persona que está actualizada mediante microcredenciales y bootcamps. “Con la IA al alcance de cualquier persona, lo que buscan las empresas es la validación de que los graduados de las distintas carreras tengan las habilidades blandas que se requieren y la capacidad de utilizar últimas tecnologías”.

En Guatemala, Universidad Galileo ha desarrollado una cultura de principios rectores para el uso de IA generativa en la docencia y estudiantes y modernizó su oferta educativa.

Galileo cuenta con un postgrado en Inteligencia Artificial con enfoque en machine learning, para formar a expertos para roles estratégicos como IA specialist, data scientist o AI solutions architect. Cuenta con un postgrado en Emprendimiento e Innovación Tecnológica para liderar start-ups basadas en IA y robótica.

La universidad ha invertido en capacitar a sus docentes para que integren IA en el contenido, automatización, verificación y personalización de la educación.

Desde la Universidad Latina de Costa Rica, Álvaro Solano, director y experto en IA, comenta la visión de la institución: “Vemos a la IA reconfigurando el panorama de la educación superior, sirviendo como catalizador de innovación en múltiples frentes: desde la personalización del aprendizaje hasta la optimización de procesos administrativos y de gestión de las universidades”.

Por ejemplo, “con la IA el docente puede corregir test de opción múltiple y generar reportes de notas; puede enfocarse en agregar valor humano :mentoría personalizada, acompañamiento emocional y motivacional a los alumnos, o abordar creatividad pedagógica”, detalló el académico.

En paralelo, la academia debe trabajar deforma más estrecha con las empresas en la cocreación de conocimiento. “La academia dispuesta a adaptar sus métodos y tiempos, y las empresas a apoyar programas formativos, participar en el diseño curricular y financiar iniciativas educativas”, concluyó Solano.

Claudia Contreras
Claudia Contreras
Editora de Innovación

Tengo 20 años de experiencia como periodista de negocios y tecnología, y un MBA en mercados emergentes y comercio exterior por la Universidad de Barcelona. Mi misión es crear contenidos de calidad que informen, inspiren y conecten a los lectores con las tendencias, los desafíos y las oportunidades de la economía digital, el fintech y la inteligencia artificial. Me apasiona la innovación, la creatividad, la empatía y el aprendizaje constante.

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