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Confianza vs. Reputación: La clave para decidir y actuar en un entorno polarizado

Comprender la diferencia entre reputación y confianza es clave para tomar decisiones acertadas. La reputación es la consecuencia del respeto, admiración y confianza que has construido.

2025-06-03

Columna de opinión de Italo Pizzolante, Consultor internacional en estrategia y comunicación

Pasaba por la mesa de reuniones de la oficina y escuchaba una acalorada discusión sobre las percepciones de un personaje que conocía; uno de ellos, mostraba el último ranking de “reputación” que había sido publicado. Me tocó, sin quererlo asumir, el rol de facilitar, propio de mi trabajo consultor, y mediar en aquello que es fiel reflejo de la brutal polarización que hoy nos agobia.

El Trust Barometer de Edelman, investigación global sobre la confianza, en sus muchos hallazgos, afirma que “4 de cada 10 personas ven el activismo hostil como medio viable para impulsar el cambio”.

La hostilidad era el tono presente en la reunión. Escuchaba especulaciones, como sólidos argumentos; es así, que les compartí una de mis reflexiones más frecuentes: “Especular, es lo último que uno hace antes de equivocarse”.

¿Por qué se vuelve crucial la Confianza en estos tiempos?

Mi aproximación pretendió honrar el propósito de mi firma: “Inspirar personas, impulsar empresas y fortalecer instituciones, para contribuir al progreso sostenible y promover un futuro de bienestar para la sociedad”.

Es así, quela discusión, una vez que intervine, se centró en una afirmación que años atrás había compartido con ellos: “Si sumamos la trayectoria de un líder y sumamos la percepción de sus comportamientos, el resultado será la reputación que merezca esa suma de información”.

Sin embargo, la polaridad de opiniones olvidaba la reflexión completa y es que esa “suma” no es sólo lo que se registra en la mente de nuestros stakeholders. Nuestra mente divide esa suma de información, entre la percepción de las realidades que le impone el entorno.

Me refiero al comportamiento del sector al que pertenece y lo que hacen o dejan de hacer otros líderes frente a sus audiencias.

En general, aquello que divide trayectoria más comportamiento es una mezcla de toda información que se recibe del contexto que rodea a la empresa y su líder.

En la reunión, echaba en falta la habilidad de leer suficientemente al entorno, por parte de varios de los asistentes, y así poder decidir y actuar para gestionarlo adecuadamente.

Les describí la necesidad de construir una nueva y renovada habilidad profesional de “inteligencia contextual”; algunos lo comprendieron, otros no.

Me refería a una necesaria capacidad organizacional, que debemos garantizar, para formarnos un criterio robusto y decidir. Una parte de los asistentes a la reunión sostenían que era un personaje -ese líder- que consideraban bien reputado; otra, más pequeña, decía que no era confiable para el negocio propuesto.

Afirmaciones que parecían contradicciones, porque si alguien tiene buena reputación ,¿cómo es que no se puede confiar? El desconocimiento de conceptos se me hizo claro en la conversación, “todos tenían la razón, pero estaban equivocados”.

Ello me remitió a los inicios del proyecto que con Estrategia & Negocios y DATOS Group arrancamos hace tres años para estudiar la CONFIANZA en Centroamérica.

En la investigación de 2025, cuyos resultados presentaremos en agosto de este año, hemos profundizado, más allá de un ranking, encontrando claras y robustas repuestas al “por qué” confías o no, en una empresa, su líder y marcas.

Comprender la diferencia entre reputación y confianza es clave para tomar decisiones acertadas. La reputación es la consecuencia del respeto, admiración y confianza que has construido.

Medimos el pulso de la confianza empresarial: tercera edición de 'El Valor de la Confianza'

Es analizar al personaje y valorar su trayectoria y comportamiento en el tiempo. Pero, ¿ello es suficiente para invitarlo a realizar un negocio?, en mi opinión no lo es. Porque si miro hacia el futuro esperable de la relación, trasciendo al puro merecimiento ganado y hago foco en la sensación de seguridad y nítida certeza de aquello que espero del otro.

En la mente de otros, cuando piensan hacia adelante, surge o no, una creencia, una convicción, un acto de fe en ese personaje. Eso es la CONFIANZA, que emerge de tu mente y corazón, cuando piensas en lo esperable del futuro de la relación. La reputación, sin suficiente dosis de confianza, es manejar tu vehículo, mirando solo el espejo retrovisor, mirar solo hacia atrás.

Es por ello que estoy muy feliz, como profesional, de seguir estudiando los atributos que sostienen esa certeza, esa CONFIANZA.

Compartí en la reunión mi experiencia, una buena parte de la audiencia me dio la razón, la otra, mas polarizada, me dio el “beneficio de la duda” y los dejé pensando, dándomela oportunidad de volver y reforzar mis argumentos. Regresé a casa satisfecho de haber cumplido con mi propósito.

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