Por revistaeyn.com
Costa Rica se está posicionando como un laboratorio natural para la transformación financiera en América Latina. Según datos del BID Lab, el número de fintechs costarricenses se ha cuadruplicado desde 2017, con un ecosistema que hoy abarca soluciones de pagos digitales, financiamiento alternativo, gestión de finanzas personales y ciberseguridad.
El foco ha pasado de la simple digitalización al uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA), machine learning y analítica predictiva. Esta experiencia más intuitiva no solo optimiza procesos, sino que impulsa la inclusión financiera, especialmente en sectores históricamente marginados del sistema bancario tradicional.
La personalización ha sido el primer paso en esta evolución: hoy las plataformas fintech adaptan sus servicios a las conductas y necesidades individuales de los usuarios, mejorando la retención y satisfacción del cliente. Sin embargo, el siguiente gran salto ya está en marcha: la predicción.
“No se trata solo de desarrollar tecnología, sino de conectar las necesidades del negocio con experiencias memorables para los usuarios al sector financiero-comercial”, indicó Carlos Villaseñor, especialista en Fintech para Datasys Group.
En un mercado donde la velocidad de adaptación marca la diferencia entre liderar o desaparecer, la integración de tecnologías predictivas y soluciones personalizadas ya no es una opción, sino una necesidad.
“Las fintechs en Costa Rica están demostrando que es posible innovar con propósito, acercando los servicios financieros a todos los sectores de la población. Para las empresas que aún no han iniciado este camino, el mensaje es claro: el futuro del cliente financiero ya está aquí, y exige experiencias inteligentes, seguras y centradas en sus necesidades reales”, finalizó Villaseñor.