Por revistaeyn.com
Correr es una práctica cada vez más popular en Costa Rica, pero si usted apenas va a iniciar con esta experiencia, y este artículo le dará información relevante de por qué hacerlo es bueno para su salud y qué no le puede faltar para arrancar.
Estos son cuatro de los múltiples aspectos positivos que este deporte tiene para la salud.
1. Reduce el llamado ‘colesterol malo’: El colesterol LDL -que en niveles elevados puede acumularse en las paredes de las arterias, endureciéndolas y aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares- al correr puede transformarse en colesterol HDL-catalogado como ‘el bueno’, que transporta el colesterol de otras partes de su cuerpo a su hígado-.
2. Disminuye el estrés: Realizar actividad física como correr libera endorfinas -neurotransmisor que disminuye la sensación de dolor y está relacionadas con dar sensaciones de bienestar- y a su vez reduce la producción de cortisol -la hormona del estrés-, lo que favorece el estado de ánimo en general.
3. Robustece el sistema respiratorio: Se aumenta el trabajo de los pulmones y los músculos involucrados en la respiración, generando una mejoría en la función pulmonar y la capacidad de transporte de oxígeno.
4. Fortalece los huesos: Se asocia usualmente a un beneficio para los músculos, principalmente del tren inferior, pero no se puede dejar de lado que también hace los huesos más fuertes. La acción muscular ejerce una tensión en el hueso que estimula la formación de nuevo tejido óseo y ayuda a aumentar la densidad ósea, pudiendo acumular más calcio; esto último es un aspecto clave para combatir enfermedades como la osteoporosis.
¿Cómo iniciar? Si es el caso de que desea empezar a correr, pero no sabe cómo, a continuación, se le otorgan cuatro recomendaciones:
1. Invertir en el calzado adecuado: Antes de adquirir un par de zapatos para correr, se sugiere investigar con especialistas acerca de factores como su tipo de pisada, de arco y ancho de pie y peso corporal, para luego buscar aquellas marcas más idóneas acorde a esas características puntuales. Tras ese mapeo, debe probarse el calzado para garantizar que se ajusten bien a los pies y proporcionen el soporte necesario para reducir el riesgo de lesiones; esto porque de lo contrario, puede sufrir de ampollas o lesiones en las articulaciones.
2. Nunca saltarse el calentamiento ni descuidar la postura: Calentar puede incluir movimientos de tobillos, rotación de cuello, zancadas con cada pierna, sentadillas, flexión y extensión de codos, elevación de rodillas al pecho y de los talones hacia atrás y caminar unos minutos. Al correr, hay que relajar los brazos en ambos costados con el codo flexionado, mantener la cabeza erguida, elevar correctamente los talones, etc.
3. Tener objetivos realistas y graduales: Se recomienda contactar a un especialista, pero aún en caso de que no sea así, siempre hay que adaptarse a su estado de salud y forma física. Comenzar con sesiones cortas e ir aumentando la distancia y la intensidad a medida que su resistencia mejore. Detenerse en cuanto sienta dolor o malestar persistente, ayudará a conocer sus límites.
4. Alimentación adecuada: Beber agua antes, durante y después de correr es necesario. Si bien los horarios y cuáles alimentos funcionan pueden variar según la persona y sus objetivos, generalmente es ideal limitar el consumo de lácteos, carnes rojas, picante y cualquier comida que no haya probado antes cuando se está preparando para correr; en su lugar, se sugieren cereales, ensaladas, avena, pan integral y pechugas de pollo.
