Por revistaeyn.com
La implantación de la semana laboral de cuatro días, sin reducción salarial, está generando un creciente interés tanto entre empleados como en empleadores.
Un estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour analiza el impacto de esta modalidad en la salud y el rendimiento de los trabajadores, así como en los indicadores económicos de las empresas que la adoptan.
Los investigadores evaluaron a 2.896 empleados de 141 compañías repartidas por Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos.
Para ello, formaron tres grupos según la reducción de horas semanales: uno con una merma de ocho horas o más (jornada de cuatro días), otro con 5–7 horas menos y un tercero con recortes de 1–4 horas. Además, compararon estos resultados con un grupo de control de 285 trabajadores cuya jornada no sufrió cambios.
Más detalles de nuestras coberturas en el Canal de Whatsapp
Durante seis meses, los participantes respondieron encuestas periódicas que midieron agotamiento, satisfacción laboral y salud mental y física antes y después de la intervención.
El grupo que pasó a trabajar cuatro días mostró una reducción significativa del cansancio, una mayor calidad del sueño y un aumento destacado de la satisfacción en el puesto, superando con creces a los empleados con menores recortes de jornada.
Las empresas implicadas también se beneficiaron: el estudio señala mejoras en la productividad y en los indicadores económicos, demostrando que la reducción de horas no implica un coste operativo adicional cuando se mantiene el salario.
Por su parte, los participantes notificaron menor incidencia de problemas de salud general, lo cual puede traducirse en una reducción del ausentismo y de los gastos sanitarios vinculados al estrés laboral.
A nivel global, iniciativas como 4 Day Week Global engloban ensayos en alrededor de 375 compañías para profundizar en estos hallazgos. Los autores concluyen que la semana de cuatro días constituye una herramienta poderosa para que empresas y legisladores mejoren el bienestar de la fuerza laboral sin sacrificar la rentabilidad ni la competitividad.
Con información de DW