Por revistaeyn.com
La industria global de centros de datos está experimentando una transformación significativa en sus prácticas de sostenibilidad, impulsada por la creciente demanda de infraestructura digital y la presión para reducir el impacto ambiental. Expertos señalan que el consumo eléctrico de estas instalaciones podría alcanzar el 2,5 % de la demanda mundial para 2027.
Es más, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), estos centros consumieron alrededor de 415 teravatios-hora (TWh) a nivel mundial en el año 2024, cifra que se estima alcanzará 945 TWh para el 2030, superando el consumo eléctrico anual actual de Japón.
Impulsada por la expansión de la economía digital y por tecnologías como la inteligencia artificial (IA), la industria de los centros de datos está priorizando la sostenibilidad para mitigar su impacto ambiental y energético.
Uno de los cambios más significativos en el hardware de los centros de datos se está dando en los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (UPS), componentes esenciales para garantizar operaciones continuas y proteger contra fallos de energía: el cambio estriba en el reemplazo progresivo de las tradicionales baterías de plomo-ácido por las baterías de iones de litio (Li-ion).
De hecho, el mercado de baterías de litio para centros de datos alcanzó los US$5,24 mil millones en 2024 y se proyecta que llegará a US$17,69 mil millones para 2034, según datos de Precedence Research. Las baterías de litio no solo tienen una vida útil más prolongada y tiempos de recarga más rápidos, sino que también poseen una mayor densidad de energía y requieren una menor huella física (menos espacio).
Estas ventajas permiten a los operadores reducir los costos de mantenimiento y mejorar la eficiencia energética general del centro de datos. Además, los sistemas de almacenamiento de baterías de iones de litio se consolidan como opciones más sostenibles.
Para avanzar en la sostenibilidad, es crucial medir y monitorear indicadores clave de rendimiento (KPIs) a lo largo del ciclo de vida del centro de datos. Los informes ambientales ya no se enfocan únicamente en el cumplimiento normativo, sino que buscan una transparencia total sobre el impacto de las operaciones. El monitoreo se centra en métricas críticas como el consumo de energía, las emisiones de carbono y el uso de agua.
Se trata, por tanto, de un problema con múltiples aristas que deben ser consideradas y gestionadas. La implementación de estrategias digitales avanzadas es fundamental para abordar la huella ambiental, ya que la digitalización permite rastrear el rendimiento y realizar mejoras continuas.
Herramientas como el software de gestión de sostenibilidad, apoyadas en IA, facilitan la recopilación y el análisis de datos desde múltiples fuentes para priorizar y reducir de manera más efectiva las principales fuentes de emisiones.
A esto se suma que los centros de datos requieren sistemas de enfriamiento intensivos debido a las altas cargas de trabajo y al calor generado por los equipos, por lo que resulta vital aplicar tecnología avanzada para reducir tanto el consumo de agua como el de energía.