Por Claudia Contreras - Estrategia & Negocios
Gloriana Carballo lidera los equipos comerciales y de mercadeo de la fintech Tilopay y tiene como meta personal incrementar la bancarización en Centroamérica. “Aunque vivo en Costa Rica y aquí está en 89,90 %, en otros países como El Salvador, Guatemala y Honduras, la bancarización ronda entre 40 % y 60 %”.
Su trayectoria financiera es muy nutrida. Participó de IMPESA, una de las primeras fintechs de Costa Rica, creadora de controles de tarjetas Visa para 37 bancos de la región, mientras que en CiNKO dirigió una billetera de stablecoins (criptos diseñadas para mantener un valor fijo) en 44 países.
“En Honduras, Guatemala y El Salvador, las remesas son 20 % del PIB, lo cual hace que uno tenga que entender la magnitud de lo que estas remesas significan. Cada dólar que uno le pueda salvar a las personas que reciben o envían remesas, significa un gran avance para tantas familias que lo necesitan”, apunta.
Su empresa actual, Tilopay, ayuda a realizar transacciones en línea. La solución crea links de pago sin costos anuales o mensuales, solo los genera cuando se usa la herramienta. Tilopay, incluye tres industrias: retail, servicios y hospitalidad (turismo).
Gloriana también se aboca a participar de las entidades que nuclean a su industria. Es la vicepresidenta de la Asociación Fintech de Centroamérica y el Caribe. Desde su visión, las mujeres tienen un papel protagónico en el desarrollo del sector. “Pensamos de una manera más humana, más inclusiva, más sostenible (...) Necesitamos a más mujeres liderando decisiones de producto, de regulamiento, incluso de financiamiento, para que las soluciones que se diseñan no sólo tengan una mirada masculina”, dijo la experta.
Considera que el principal reto que enfrenta la industria es el rezago regulatorio. “Las normas son obsoletas y responden a estructuras enfocadas en entidades financieras tradicionales, limitan la inclusión real”.
Aboga por eliminar sesgos en la IA aplicada a la cadena de producción de la industria. Subraya: “La equidad en el diseño y en los datos es una prioridad sumamente relevante y no es sólo un discurso ético. Es una decisión estratégica”.