Por Claudia Contreras - Estrategia & Negocios
Si el 80% de las decisiones de compra de la mayoría de hogares en la región dependen de las mujeres, ¿cómo venderles a ellas?
El primer paso es eliminar los estereotipos en la conversación entre marcas y clientes. Los mercados siguen tratándolas como un segmento homogéneo basado en estereotipos y estrategias de marketing superficiales.
Las estrategias se diseñan y ejecutan desde la condescendencia, ignorando la diversidad racial, generacional, cultural y socioeconómica. Las mujeres representan el 50,8% de la población en Centroamérica.
Sin embargo, ¿se diseñan productos especialmente para ellas? “Las mujeres somos las jefas de adquisición de las familias, (...) fidelizamos marcas y, ¿qué está pasando? Las empresas de publicidad no nos ven. En el futuro, además, nosotras vamos a tener mucho más poder económico porque vivimos más que los hombres”, apunta Carmen Álvarez, gerontóloga social y experta en longevidad.
Consumer Reports 2024 señala que en EEUU, los productos de cuidado personal femenino cuestan hasta 48 % más. Analizó que en 30 de 35 categorías, los productos destinados a las mujeres tenían un precio más elevado que los destinados al mercado masculino. Elena Aguilera, consultora de GWI, habla del concepto “impuesto rosa”, que castiga a productos destinados a las mujeres, que son más caros y de menor calidad.
¿Cómo frenarlo? “Las empresas (deben) reestructurar sus estrategias. No se trata sólo de vender más, sino de entender que las mujeres no son un nicho: son el centro de la economía global. Las marcas que no asuman esta realidad con seriedad y profundidad quedarán obsoletas”, agregó Priscila Chaves, de Cargill.
Claudia Romo Edelman, fundadora de We Are All Human & Hispanic, subrayó que en mercados desarrollados, como el de EEUU, las mujeres han salido de comprar por necesidades básicas a comprar tecnología y autos.
“Nos hemos movido de la clase baja a la clase media: 45% de crecimiento, es tres veces la movilidad social más grande que cualquier otro grupo (etario)”.
Sin dudas, el poder de compra comenzó a ser un eje sólido sobre el que pivotea el poder de las mujeres. Ellas deciden en 94 % de las compras de muebles, 92 % en vacaciones, 91 % en gastos de vivienda y 60 % en automóviles, según datos de Americas Market Intelligence