Por revistaeyn.com
La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) acordó de manera unánime y en firme mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4 % anual.
La inflación general a febrero pasado, medida con la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor, se ubicó en 1,2 % por segundo mes consecutivo, en tanto que el promedio de los indicadores de inflación subyacente se situó en 0,7 %. Ambos indicadores continuaron por debajo del límite inferior del rango definido alrededor de la meta de inflación (3,0% ± 1 punto porcentual -p.p.-).
Por componentes, el crecimiento interanual de los precios de los bienes continuó con valores positivos (1,9 % en febrero y 1,3 % en enero último), con un aporte de 1,0 p.p. a la inflación general, que fue complementado con la inflación de servicios, que presentó una variación interanual de 0,4 % (aporte de 0,2 p.p.).
Las expectativas de inflación, tanto la mediana de la encuesta elaborada por el Banco Central como las estimadas a partir de las negociaciones de títulos públicos en el mercado financiero costarricense (expectativas de mercado), si bien continúan dentro del rango de tolerancia alrededor de la meta, en general muestran un crecimiento gradual. Para el horizonte de 12 meses, ambos indicadores se situaron en 2,5 %, en tanto que, a 24 meses alcanzaron 3,0 % según la encuesta y 2,4 % conforme a las expectativas de mercado.
Con la información disponible al momento de tomar la decisión, los modelos de proyección del BCCR mantienen el ingreso de la inflación subyacente al rango de tolerancia en el tercer trimestre del año. Para ese mismo trimestre, es posible que la inflación general se ubique ligeramente por debajo del límite inferior de ese rango, como consecuencia de condiciones externas que señalan una trayectoria de menores precios internacionales para el petróleo en relación con lo previsto a inicios de año.
De los riesgos que podrían presionar a la baja la trayectoria proyectada de la inflación destacan un crecimiento económico de los socios comerciales menor al incorporado en el ejercicio, debido entre otros, al efecto de una política monetaria restrictiva por un tiempo más prolongado y al impacto negativo de las medidas restrictivas al comercio; y una menor velocidad y alcance en la transmisión de las reducciones de la TPM hacia las tasas de interés activas de ciertas actividades.
Además, eventos geopolíticos, como el posible armisticio entre Rusia y Ucrania, que apoyen una reducción adicional en los precios de las materias primas, principalmente del petróleo, en relación con lo contemplado en la proyección central.
Sin embargo, también existen riesgos latentes que apuntan al alza, de los cuales destacan choques de oferta asociados a una mayor fragmentación del comercio global como consecuencia, entre otros, de restricciones al comercio recientemente anunciadas por las principales economías.
Asimismo, no se puede obviar la posibilidad de choques de oferta, derivados de fenómenos climatológicos locales o externos, que generen efectos de segunda ronda debido a la relativa resistencia a la baja de los precios de determinados bienes y servicios.