Por revistaeyn.com
El Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que la economía de Panamá avanza en una fase de recuperación tras el fuerte golpe provocado por el cierre de la mina Cobre Panamá, pero persisten riesgos significativos que exigen una consolidación fiscal decidida y reformas estructurales para garantizar la sostenibilidad a mediano plazo.
Según el informe de la Consulta del Artículo IV, el crecimiento del PIB se desaceleró de 7,3 % en 2023 a 2,9% en 2024, una contracción explicada en buena medida por la paralización de la actividad minera, que —directa e indirectamente— aportaba aproximadamente 5 % del PIB y cerca de 2 % del empleo. El desempleo, en consecuencia, se elevó del 7,4 % en agosto de 2023 al 9,5% en octubre de 2024. No obstante, el documento subraya que los efectos en el resto de la economía han sido contenidos y que el sector servicios y la inversión privada han mostrado dinamismo.
Las proyecciones del personal técnico del FMI apuntan a una recuperación del crecimiento al 4,5 % en 2025, en gran parte por efectos de base conforme se disipen los impactos del cierre minero; a mediano plazo, se proyecta un crecimiento cercano al 4 % anual.
Sin embargo, los directores del FMI advierten que estas perspectivas están sujetas a “importantes riesgos de deterioro” —entre ellos la posible pérdida de la calificación de grado de inversión y retrasos en la implementación de reformas— y recuerdan que la dolarización de la economía hace imprescindible preservar la sostenibilidad fiscal y la estabilidad financiera. IMF
En materia fiscal, el informe resalta un empeoramiento notable: el déficit fiscal pasó de 3,9 % del PIB en 2023 a 7,4 % en 2024, pese a las medidas adoptadas por el nuevo gobierno. El FMI estima que, descontando factores excepcionales y cambios contables, el deterioro subyacente equivaldría a 0,8 puntos porcentuales del PIB.
Frente a este escenario, los directores del Fondo consideran que las metas fiscales trazadas —incluidas en la Ley de Responsabilidad Social y Fiscal revisada— son apropiadas y elogian el plan de reducción del gasto aprobado por el Consejo de Gabinete, siempre que se ejecute plenamente. El objetivo declarado es reducir el déficit del sector público no financiero a 2 % del PIB para 2029.
"De ejecutarse plenamente, el plan de reducción del gasto aprobado por el Consejo de Gabinete hará alcanzable la meta fiscal fijada para 2025", indican.
El informe también reconoce fortalezas: un sistema bancario “sólido” con niveles adecuados de capitalización y liquidez, avances en la implementación de recomendaciones del Programa de Evaluación del Sector Financiero y un compromiso con las normas de prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.
Al mismo tiempo, el FMI recomienda mejorar el régimen de resolución bancaria, reforzar la gobernanza y la disponibilidad de datos macrofinancieros, y dirigir políticas sociales focalizadas para mitigar la desigualdad, especialmente en zonas rurales.