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Finanzas

Protagonistas E&N 300: Los gigantes de las finanzas impulsan a Centroamérica

La compilación de estos protagonistas de la finanzas en Centroamérica tiene en su base la actividad de las instituciones en los últimos años y cómo destacan en sus mercados, ya sea por su actividad, su innovación o por dejar huella en la historia de sus mercados.

2025-01-08

Por Pablo Balcáceres - Estrategia & Negocios

Las finanzas en Centroamérica se han caracterizado por su destreza e ímpetu en el último cuarto de siglo. La visión de la banca de trascender más allá de sus países; la apuesta de las compañías de seguros por digitalizar sus plataformas y servicios; el ímpetu de las bolsas de valores por integrarse... son hechos que ilustran el afán de los financieros por multiplicar lo más importante: la rentabilidad.

En su Edición 300, E&N reúne a los que, en su criterio editorial, se han consolidado como los Gigantes Financieros de Centroamérica. Y los presenta en dos partes: instituciones financieras; y personajes, enmarcados en el Salón de la Fama de las Finanzas.

La compilación tiene en su base la actividad de las instituciones en los últimos años y cómo destacan en sus mercados, ya sea por su actividad, su innovación o por dejar huella en la historia de sus mercados.

En los 30 Gigantes Financieros de la región, citados en orden alfabético, se encuentran AFP Confía y AFP Crecer, de El Salvador, por el sector de pensiones.

Representando a las compañías de seguros Asesuisa, ASSA, el Instituto Nacional de Seguros de Costa Rica, MAPFRE, Pan American Life y SISA.

El grupo bancario resalta como el más numeroso: BAC Credomatic, Banco Agrícola, Banco Agromercantil de Guatemala, Banco Atlántida, Banco Cuscatlán, Davivienda Costa Rica, Banco de Occidente de Honduras, Banco General, Banco Industrial, LAFISE Bancentro, Banco Nacional de Costa Rica, Banco Nacional de Panamá, Banistmo, Banpro, Citi, Ficohsa, G&T Continental, Global Bank Corporation y Scotiabank de Costa Rica.

Por otro lado, la Bolsa Latinoamericana de Valores (Latinex) ha sido elegida por los mercados bursátiles; y Tigo Money, por su papel como catalizador de pagos digitales en la región.

Protagonistas E&N 300: Los gigantes de las finanzas impulsan a Centroamérica

Además, una decena de líderes ingresan al Salón de la Fama de las Finanzas de la Edición 300 de E&N, empresarios y profesionales que con su talento y dedicación han forjado un camino de éxito para sus instituciones.

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Los reconocidos son Camilo Atala (Grupo Financiero Ficohsa), Eduardo Fábrega (ASSA), Guillermo Bueso (Inversiones Atlántida), Luis Lara (Corporación BI | Banco Industrial), Olga Cantillo (Latinex), Rafael Barraza (Banco Agrícola), Ramiro Ortiz (Grupo Promerica), Raúl Alemán Zubieta (Banco General), Rodolfo Tabash Espinach (BAC Credomatic) y Rolando Duarte (Bolsa de Valores de El Salvador).

LEGADO DE LOS LIDERAZGOS

Los aportes de los banqueros líderes a los sistemas financieros de la región resultaron sustanciales para su desarrollo. Por ejemplo, Camilo Atala llevó al Grupo Ficohsa a establecer su presencia fuera de Honduras: desembarcó en Nicaragua, Guatemala, Panamá y El Salvador.

En este último país, Ficohsa adquirió a la compañía de seguros Asesuisa, a finales de 2023. En Honduras, Banco Ficohsa reportó activos por US$7.823,1 millones, lo que representó un incremento del 14,2% en comparación con el año anterior. Por su lado, Eduardo Fábrega acumula alrededor de 30 años de experiencia en ASSA, el principal grupo asegurador privado de la región.

En su trayectoria, Fábrega lideró adquisiciones como la de seguros AIG en Guatemala, Honduras, El Salvador y Panamá. Comandando a Inversiones Atlántida, Guillermo Bueso impulsó la expansión del grupo financiero, a tal grado que cuenta con presencia en Centroamérica, Suramérica, Estados Unidos y Europa.

Este año, Atlántida anunció la adquisición del 45 % del banco de inversión español EBN Capital. Además, desde 2021 participa con el 9,9% en EBN Banco.

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No podía faltar el líder del mayor banco por activos en Centroamérica. Luis Lara no se sienta en una silla estática: la monta.

Solo así se explica que un banco con activos superiores a US$19.700 millones lograra un crecimiento del 8% en 2023.Rafael Barraza lleva 14 años al frente de Banco Agrícola, y en su trayectoria también dirigió al Banco Central de Reserva de El Salvador.

La institución líder de la plaza bancaria salvadoreña tiene en su agenda trabajar por el desarrollo de las pymes, la educación financiera y los canales digitales.

Por otro lado, Ramiro Ortiz fundó Banpro en Nicaragua en 1991 y ha expandido el Grupo Promerica a escala regional. De hecho, es de los pocos grupos financieros que pueden presumir de presencia bancaria completa en los seis países de Centroamérica.

Raúl Alemán Zubieta tiene una historia de cuatro décadas en Banco General, en donde ha ocupado diversas posiciones de liderazgo, así como en la Empresa General de Inversiones. Su gestión ha estado marcada por la innovación, el crecimiento y la solidez del banco panameño. Por su parte, Rodolfo Tabash Espinach dirige el holding de BAC Credomatic, que supera los 4,4 millones de clientes y más de 19.800 colaboradores en la región.

En el segmento de las Bolsas de Valores de la región, destacan Olga Cantillo, CEO de la Latinex de Panamá; y Rolando Duarte, presidente de la Bolsa de Valores de El Salvador.

Cantillo orquestó el cambio de imagen para la Bolsa de Valores panameña, el incremento de emisores y las inversiones sostenibles. Por su lado, Duarte marca diferencia como el visionario fundador de la Bolsa de Valores salvadoreña, que ha sofisticado los instrumentos de negociación y se ha comprometido con la integración regional.

UNA BANCA MÁS GRANDE Y DIGITALIZADA

¿Qué tanto ha cambiado el tamaño de los bancos en la región, en los últimos 25 años? Si tomáramos a los bancos líderes del Ranking E&N de 1999, hoy en día no podrían ingresar al Top 25 regional, salvando las diferencias por la inflación.

A finales de la década de los noventas, ningún banco en la región superaba los US$2.000 millones en activos. En la actualidad, hay por lo menos 28 instituciones que han superado tal marca.

Las dimensiones de los líderes bancarios de la actualidad se han ampliado sustancialmente, tanto que los requisitos para comandar al sistema bancario regional se han multiplicado hasta x10.

¿Quién era el líder en el Ranking de Bancos de E&N de 1999? El Banco Nacional reportó activos de US$1.850 millones y dejó su huella como el mayor banco de la región en las vísperas del nuevo siglo.

Por entonces, la banca salvadoreña se había convertido en el tigre financiero centroamericano. Banco Agrícola era el segundo mayor banco de la región, con activos de US$1.642 millones; y Banco Cuscatlán era tercero, con US$1.472 millones.

Veinticinco años han transcurrido y en el Ranking de Bancos E&N 2024, el Banco Industrial de Guatemala acumuló activos de US$19.713 millones, y es el actual número 1 en la región.

De hecho, el Industrial de hoy es tan grande como juntar a los primeros 36 bancos del Ranking E&N 1999, y eso contando que la primera edición del listado incluyó a las instituciones financieras de Centroamérica, Panamá y República Dominicana.

Por su parte, el Banco Nacional de Costa Rica ocupa el segundo lugar de la etapa contemporánea. Sus activos (US$15.281,6 millones, cifras al 2023), representan un avance de 726% desde 1998.

La tercera posición en la actualidad la ocupa otra institución guatemalteca: Banco de Desarrollo Rural (Banrural), con US$13.992,7 millones.

Una de las mayores tendencias que ha marcado el sector, en estos años, ha sido la entrada de capitales internacionales. Esto ha reconfigurado a los competidores del sistema bancario regional.

Una de las constantes lo define el apetito por los bancos de capital regional para expandirse a Centroamérica. A finales de la década de 1990, la banca salvadoreña rugía como la más dinámica en este aspecto; en los años recientes, la hondureña se distingue por este ánimo de presencia regional.

El sector bancario tuvo ante sí oportunidades de crecimiento con la firma de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que a la postre elevaría las inversiones en la región.

En la década de los 2000, Centroamérica comenzaría a atraer el interés de capitales internacionales. Citi, HSBC, Scotiabank y GE Capital protagonizaron una oleada de compras de bancos en la región, generando un nuevo clima de optimismo para el sector.No obstante, la crisis financiera de 2008 cambiaría las prioridades de las multinacionales.

Llegó, así, la hora de los colombianos (comandados por Grupo Bancolombia, Grupo Aval y Davivienda) que se lanzaron sobre el mercado centroamericano.

La penetración colombiana se mantiene hasta estos días, a tal grado que hoy dominan más de la mitad de los activos bancarios en países como El Salvador, y más de un quinto en otras plazas, como la costarricense y hondureña.

MARCAS DE RESPETO

Como práctica interesante de los compradores destaca el profundo respeto por las marcas de la banca regional. Por ejemplo, Grupo Bancolombia ha conservado las marcas de las instituciones que compró: Banco Agrícola en El Salvador, desde 2006 –aunque la refrescó en 2021; Banistmo, en 2013; y BAM, en 2020. Por otro lado, Grupo Aval desarrolla con decisión la marca BAC Credomatic, que nació en Nicaragua. Este inversor colombiano llegó a la región en 2010, tras adquirir las acciones de GE Capital.

Mientras, Banco Cuscatlán ejemplifica el poder de las marcas con arraigo en Centroamérica. El emblema de origen salvadoreño se apagó en 2007 cuando pasó a manos de Citigroup, que desplegó su bandera en ese período; pero Inversiones Terra lo reactivó en 2016, cuando adquirió las operaciones de banca de consumo de Citi.

DE CAJEROS A PAGOS DIGITALES

La continua evolución tecnológica compone uno de los rasgos de la banca centroamericana. Allá por 2001, el tema de discusión era cómo administrar la red de cajeros automáticos: con una red propia o tercerizada.

Por entonces, Credomatic, del Grupo BAC, ya se encontraba asentado en la región. ATH, del Banco Popular puertorriqueño, entró a la competencia en 2001, en Costa Rica, Guatemala y El Salvador, buscando una tajada del prometedor mercado regional.

La práctica de la época era que cada banco invertía en su propia red. Los costos de software de procesamiento promediaban los US$70.000 y cada cajero valía alrededor de US$35.000.“El principal reto ha sido convencer a los bancos de participar en una plataforma común, de tal manera que sus clientes saquen efectivo de cualquier cajero de cualquier banco y no solo de su red propietaria”, describía a E&N Luis Diego Alvarado, gerente general de ATH.

Entre finales de 1990 y toda la década de los 2000, los grandes bancos en Centroamérica se aventuraron a abrir sus servicios de banca electrónica. Por ejemplo, Banco Cuscatlán se convirtió en uno de los pioneros, con servicios de Telebanking. De hecho, previo a la pandemia, en 2018, los canales electrónicos se encontraban en pleno desarrollo.

En 2014, las transacciones electrónicas representaban menos del 40%, mientras que en 2018 ya significaban entre el 55% al 70%, dependiendo de la institución bancaria.

Tal fue el caso de Davivienda en Costa Rica, que en 2018 ya alcanzaba el 70% de transacciones por vías digitales, cuando cinco años antes reportaba el 30%.

La pandemia del Covid vino a acelerar las pautas del consumidor que ya habían iniciado años atrás. Una encuesta de Kaspersky en 2023, denominada El estado de uso y seguridad de pagos digitales en América Latina, encontró que los países de Centroamérica destacaron entre los líderes en la adopción de pagos digitales durante la pandemia del Covid.

Guatemala fue el país con la mayor tasa de adopción de pagos digitales, plataformas online y banca digital durante la crisis sanitaria, con una tasa del 50%; Panamá le siguió muy cerca, con 46%; y Costa Rica reportó 37%.

¿Cómo impactó la pandemia a la digitalización de la banca? Los encuestados en la región dijeron sentir más seguridad, conveniencia y facilidad sobre las transacciones digitales, aunque casi la mitad mencionó que no tenían otra opción de pago más que los medios electrónicos.

Llegado 2024, los tarjetahabientes de diversos bancos en Centroamérica dan pasos hacia la digitalización de los pagos, optando por desarrollar aplicaciones propias, en colaboración con fintech, o con empresas de renombre internacional.

Por ejemplo, destaca la integración de tarjetas de crédito y débito a la billetera digital de Google, con lo cual se pueden realizar pagos sin contacto a través de dispositivos Android y WearOS.

Instituciones como BAC Credomatic, Banco Industrial, Banco Cuscatlán, Banco Agrícola, Promerica, entre otras, incorporaron esta facilidad.



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