Por revistaeyn.com
Costa Rica cerró el segundo trimestre de 2025 con un saldo comercial negativo: la suma de las importaciones superó a las exportaciones, dejando un déficit estimado en US$317 millones, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Entre abril y junio de 2025, el valor acumulado de las exportaciones alcanzó los US$6.595,6 millones, mientras que las importaciones totalizaron US$6.912,4 millones, cifra que explica el desequilibrio registrado en el periodo.
El informe preliminar del INEC destaca la concentración de las exportaciones en productos de alta tecnología y manufactura médica: jeringas, agujas, catéteres y otros instrumentos médico-quirúrgicos representaron cerca del 18 % del total exportado, seguidos por otros aparatos médicos y circuitos integrados híbridos. Estas partidas continúan siendo el corazón de la oferta exportadora costarricense.
En términos de socios comerciales, Estados Unidos se mantiene como el destino predominante: más de la mitad del valor exportado en el trimestre fue dirigido al mercado estadounidense, lo que subraya la importante dependencia de Costa Rica respecto a la demanda norteamericana.
Por el lado de las importaciones, Estados Unidos también figura como principal origen, acompañado por países como China y México.
El reporte también aporta información logística: la aduana de la Santamaría concentró más del 45 % del valor aduanero total tanto de exportaciones como de importaciones durante el trimestre, mientras que el transporte marítimo movilizó aproximadamente el 59 % del valor de las importaciones y el aéreo el 45 % del valor de las exportaciones. Estos datos reflejan la estructura geográfica y modal del comercio exterior costarricense.
Analistas consultados en otros trabajos coinciden en que un déficit puntual no es inusual en economías abiertas y orientadas a la importación de insumos industriales; sin embargo, enfatizan la necesidad de diversificar mercados y productos para reducir vulnerabilidades ante fluctuaciones de la demanda externa y alzas en los precios de combustibles, que afectan la factura de importaciones energéticas.