Por revistaeyn.com
El café se ha convertido en un pequeño lujo. Los precios llegan a cifras récord, impulsadas por la creciente demanda y por el impacto de fenómenos climáticos, en un escenario incierto para productores y consumidores.
En 2024, el precio indicativo compuesto (I-CIP) del café verde aumentó un 38,8 % con respecto al año anterior, según la FAO. De acuerdo con el organismo, en Estados Unidos y la Unión Europea (principales importadores), el precio de venta al consumidor subió en 6,6 % y 3,8 %, respectivamente, entre diciembre de 2023 y el mismo mes de 2024.
En febrero de 2025, en tanto, la OIC registró un I-CIP promedio mensual de 354,32 centavos de dólar la libra. Esto es un 14,3 % más que el mes anterior y un 94,6 % más que febrero de 2024: el valor más alto registrado en casi 50 años.
La causa más evidente tiene que ver con la crisis climática y fenómenos como las prolongadas sequías, inundaciones, tormentas y huracanes que perjudican las cosechas. A la menor oferta se suman mayores costos operativos y de transporte, incertidumbre en el mercado y una demanda cada vez mayor. Así, el comportamiento y las expectativas de oferta y demanda internacionales determinan el valor que se fija históricamente en la bolsa de Nueva York.
Brasil es el mayor productor anual, responsable del 35 %, seguido de Vietnam (15 %). Juntos producen la mitad del café que se consume en el mundo. A nivel latinoamericano le siguen Colombia, Honduras, Perú, Guatemala y México.
Los mayores productores, Brasil, Vietnam, Indonesia, Colombia, algunos países africanos y los centroamericanos en conjunto, marcan la disponibilidad y la oferta, explica a DW Jorge Mario Martínez, director de la sede subregional de la CEPAL en México.
EFECTO CLIMÁTICO
En el encarecimiento reciente han sido clave "las condiciones secas y calurosas de Brasil y Vietnam, y las lluvias excesivas en Indonesia en los últimos años, que provocaron pérdidas y daños en las plantaciones y cuya recuperación no es inmediata, así como mayores costos de producción por el mantenimiento de los cafetos", detalla.
Las exportaciones globales, consecuentemente, mostraron un descenso. En enero de este año cayeron un 14,2 % con respecto al mismo mes de 2024, según datos de la Organización Internacional del Café (OIC).
Junto al impacto del clima, Víctor Bautista, director de la oficina comercial de Procolombia para Europa Central y del Este, con sede en Fráncfort, menciona los altos aranceles impuestos por Estados Unidos a Vietnam. "No se sabe si son a largo o mediano plazo. Esto trae inestabilidad, lo que no es bueno para los mercados. La planificación de las cosechas y del proceso productivo necesitan estabilidad", dice.
El café es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua, y su demanda va en aumento, tras una baja en pandemia. Martínez indica que también han cambiado las características de la demanda: exigencias de sostenibilidad o uso de fertilizantes orgánicos implican mayores costos y esfuerzos de inversión.
"A nosotros nos conviene más vender a Europa, porque es un mercado más justo, que apetece y sabe de la calidad de los cafés, y nos pagan todo el esfuerzo selectivo que hacemos", dice Jorge Utrilla, director general del Instituto del Café de Chiapas (Incafech), en México.
En las recientes subidas de precio influyó también la mayor compra por parte de países europeos, para adelantarse a la entrada en vigor de la ley antideforestación. Las fluctuaciones de precios son propias de este mercado, que también se caracteriza por una demanda inelástica, es decir, el consumo se mantiene a pesar de que esté más caro.
"Este es el año del productor. Para el caficultor local este ciclo de cosecha ha sido excelente porque los precios se fueron al alza. Hoy, como nunca en la historia, es el más beneficiado de la cadena", opina el director de Incafech.
Sin embargo, mayores precios no siempre son algo totalmente positivo, observa. Aproximadamente el 95 % del café que se produce en este país se exporta y los exportadores enfrentan el desafío de la competitividad en medio del aumento de la demanda y frente a compradores que pueden optar por otros mercados que ofrezcan precios más convenientes, en África o Centroamérica.
En los últimos meses, en tanto, se observa una leve baja en el I-CIP, el precio indicativo de referencia de la OIC. Las exportaciones, a excepción de Sudamérica, muestran un aumento. "Históricamente, después de alzas de los precios del café sigue un proceso de ajuste a la baja, una vez que la demanda se estabiliza y la producción se recupera. Los datos de marzo y abril pueden indicar que este proceso de ajuste ya comenzó", observa Martínez.
No obstante, "es incierto si la reducción será rápida o lenta. Lo que se puede prever es cada vez mayor inestabilidad de los precios internacionales debido a factores climáticos en los países productores, donde cada vez son más frecuentes las sequías y las inundaciones", adelanta.
El creciente consumo de café y la necesidad de aumentar la producción es una oportunidad para los cultivadores, con precios que retribuyen su inversión, "pero también es importante crecer de forma sostenible", apunta el representante de Procolombia.