Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
La 12° edición del Índice Global de Complejidad Empresarial 2025 (GBCI, por sus siglas en inglés) ofrece una visión completa y detallada del panorama empresarial mundial, y es elaborado por TMF Group, el destacado proveedor de servicios administrativos y de cumplimiento normativo.
Este informe abarca 79 jurisdicciones representativas del 93 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y el 88 % de los flujos globales netos de Inversión Extranjera Directa. Entre más abajo esta un país en el ranking, menor su complejidad empresarial.
Además, el GBCI analiza 250 indicadores y proporciona datos esenciales sobre aspectos clave para hacer negocios, por ejemplo los tiempos de incorporación, la gestión de nóminas y beneficios, las regulaciones, los impuestos y otros factores de cumplimiento.
En el caso de los países de Centroamérica, en una escala de 0 (muy baja complejidad) a 10 (muy alta), estos se encuentran en una nota de entre 3 y 4, es decir baja complejidad para hacer negocios.
Panamá y Guatemala se presentan como los de mayor complejidad empresarial en 2025, con la posiciones 42 y 45, respectivamente. Esto significa un disminución en su dificultad para los negocios, ya que en 2024 Panamá estaban en la posición 39 y Guatemala en la 44.
“En el caso de Panamá, la mejora en la complejidad empresarial refleja un esfuerzo consciente por fortalecer la transparencia fiscal, cumplir con los estándares internacionales y reforzar la confianza en su sistema corporativo. Si bien estos cambios suponen nuevos desafíos operativos, también posicionan al país como una jurisdicción más sólida y confiable para los inversionistas que buscan establecerse en un entorno regulado, con acceso estratégico a los mercados de América Latina y el Caribe.” señaló Adrián Owen, Jefe de América Central en TMF Group.
Le siguen El Salvador y Nicaragua con la posición 46 y 50, respectivamente. Ambos países desmejoraron su posición en el GBCI de 2024 (50 para El Salvador y 53 de Nicaragua).
En cuanto a Costa Rica y Honduras, los más fáciles para hacer negocios en la región, ocupan los puestos 58 y 66 en el GBCI de 2025. Los dos países presentan mejoras comparados a 2024 cuando ocuparon los puestos 51 y 60, respectivamente.
“Si bien persisten desafíos como la apreciación del colón, la burocracia, y la brecha y competencia de talento en algunos sectores, Costa Rica mantiene una base sólida y resiliente que sigue atrayendo inversión extranjera y fomentando un entorno competitivo y seguro para los negocios”, afirma Owen.
Los esfuerzos de digitalización, junto con un entorno político estable e incentivos fiscales en las zonas francas, mantienen el atractivo de los países centroamericanos para la IED, contribuyendo eficazmente a la reducción de la percepción de complejidad.
Por ejemplo, la disminución de procesos regulatorios para empresas extranjeras, las inversiones gubernamentales en nuevas rutas comerciales y la expansión de zonas francas, hacen que los países suban en el índice.
TMF Group explica que el informe aborda la complejidad empresarial, es decir, la carga administrativa que enfrentan las empresas al tratar con las normas para hacer negocios en diferentes países. La complejidad local es costosa, tanto para los inversores externos como para las muchas empresas nacionales que luchan por crecer".
Los países que encabezan el top de complejidad 2025 son Grecia, Francia, México, Turquía, Colombia y Brasil. Por el contrario los de menor complejidad son República Checa, Curazao, Islas Vírgenes Británicas, Jamaica, Países Bajos y Hong Kong.
"No es sorprendente que los países más complejos también tengan menor prosperidad en términos de PIB per cápita. Ese podría ser un precio que valga la pena pagar si sus requisitos administrativos conllevan algún beneficio social, ambiental u otro. Sin embargo, en nuestra medida de complejidad, estamos tratando principalmente con la burocracia que es un costo muerto para las economías de esos países", señala el informe.
Los tres enfoques globales para 2025 son: en un paisaje geopolítico cambiante, los caminos resilientes y los corredores comerciales permiten el flujo constante de mercancías, los riesgos de la cadena de suministro son un elemento crucial de los caminos resilientes, y la diversificación de proveedores, la cooperación entre jurisdicciones y las contribuciones de la infraestructura, los datos y la tecnología pueden ayudar a mitigar estos riesgos.
Además, las tendencias del mercado laboral y el trabajo remoto indican que el trabajo híbrido probablemente persistirá en la mayoría de las regiones, lo que representa una consideración importante para las empresas que están formulando estrategias en un mercado laboral difícil.
